domingo, 15 de enero de 2017

NOVENA BÌBLICA A NUESTRA SEÑORA DE LA CANDELARIA

INICIA EL 24 DE ENERO Y FINALIZA 1 DE FEBRERO



'' Alégrate, llena de gracia, el Señor està contigo''. (Lucas 1, 28).



La Virgen Marìa es el camino perfecto para llegar al encuentro con el Padre y con el Hijo, por esto, meditar su vida nos permitirà comprender el misterio de la Presentaciòn del Señor en el Templo, cuando Èl, gracias a la entrega de sus padres, ingresa a la comunidad judia por medio de los ritos ya establecidos por la ley. '' Cuando la Ley de Moisès, llevaron a Jesùs a Jerusalén para presentarle al Señor, como està escrito en la Ley: Todo varòn primogénito serà consagrado al Señor, y para ofrecer en sacrificio un par de tòrtolas o dos pichones, conforme a lo que se dice en la Ley''. (Lucas 2, 22-24).


La celebración de Nuestra Señora de la Candelaria representa el esfuerzo de tantos padres de familia, especialmente de las mujeres, por sembrar la fe en sus hijos. Entreguèmosle la vida de estas personas al Señor, y pidamos que nunca les falten las fuerzas para guiar a sus hijos por el camino justo, tal y como lo hicieron la Virgen Marìa y San Josè.


+ Nos persignamos y santiguamos.
+ Acto de contriciòn.








ORACIÓN PARA TODOS LOS DÌAS 







Amada Virgen Marìa, Nuestra Señora de la Candelaria, Tù eres la Reina de los creyentes y la protectora de los humildes. Con filial amor te suplicamos que escuches nuestras plegarias, las acojas y las presente al Padre para que por tu ruego alcancemos lo que anhela nuestro corazòn (se nombra la intenciòn). Tòmamos tus càlidas manos y llèvanos al templo de tu adorado Hijo, como lo hiciste con Èl al cumplir el tiempo de la purificaciòn. Amèn.





DIA PRIMERO






'' Llevaron a Jesùs a Jerusalén para presentarle al Señor''. (Lucas 2, 22).



Señora y abogada nuestra, Tù fuiste la elegida por el Padre para engendrar, cuidar y educar al Mesìas, al Salvador de la humanidad. Tu amor es infinito y tu humildad es el ejemplo que debemos seguir, En tu sencillez comprendiste el plan de Dios y te comprometiste con Èl, asumiendo el reto de educar el don precioso del Padre. Te suplicamos, Madre. que tomes nuestra vida, la limpies de las manchas del pecado, sanes las heridas y nos lleves entre tus brazos a la presencia gloriosa del Altísimo. Amèn.



+ Padrenuestro, tres Avemarìas y Gloria.






DIA SEGUNDO




''Todo varòn primogénito serà consagrado al Señor''. (Lucas 2,23).




Bienaventurada Madre y protectora nuestra, que grande es el brillo de tus virtudes, que valieron para que Dios se fijara en Ti y què inmensa es nuestra dicha por recibirte como Madre; permìtenos consagrar la dignidad de ser primogénitos del Reino de los Cielos. Santísima Virgen Marìa, Tù que junto a San Josè, tu castísimo esposo, educaste al Divino Niño Jesùs en la fe, toma nuestro corazòn y hazlo semejante al tuyo, y que asì no busque otra cosa que cumplir la voluntad del Padre en todo momento. Amèn.


+ Padrenuestro, tres Avemarías y Gloria.







DIA TERCERO





''Si no le alcanza para una res menor, presentarà a Yahvè, como sacrificio de reparaciòn por su pecado, dos tòrtolas o dos pichones''. (Levítico 5, 7).



Señor, Tù eres bueno y misericordioso, y te complaces en la alabanza y conversión de tus fieles. Por esto, te suplicamos que nos concedas la gracia de la conversión y la configuraciòn con nuestra Madre del Cielo, la Virgen Marìa, quien fue dichosa por cumplir todo y hasta el final, tu santa voluntad. Acepta benevolente, Padre bueno, los sacrificios que te ofrecemos como ofrenda, y concédenos por ellos, alcanzar la intenciòn que guarda nuestro corazòn. Amèn.


+ Padrenuestro, tres Avemarìas y Gloria.






DIA CUARTO






'' El Espíritu Santo le habìa revelado que no vería la muerte, antes de haber visto al Cristo del Señor''. (Lucas 2, 26).



Dios y Padre bondadoso, que te has revelado a los hombres a travès de la humildad de un recièn nacido, ten misericordia de cuantos en este tiempo hacemos esta novena, y concèdenos la gracia de ver con nuestros ojos còmo se realiza tu obra en la humanidad. Señor, Tù que eres bondad y justicia verdaderas, instruye nuestro corazòn en tus caminos, y como a Simeón, danos la gracia de presenciar el momento de tu venida gloriosa, Amèn.


+ Padrenuestro, tres Avemarìas y Gloria.






DIA QUINTO





'' Ahora Señor puedes, segùn tu Palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz, porque mis ojos han visto tu salvaciòn''. (Lucas 2, 29).





Santísima Virgen Marìa, benditos sean tus ojos porque contemplaron al Señor desde su Nacimiento hasta su Ascenciòn al cielo, y ahora su Nacimiento hasta su Ascensiòn al cielo, y ahora lo ven en su plenitud y gloria. Con maternal amor ayùdanos, Virgen pura y bendita, para llevar una vida santa y digna que nos haga merecedores de observar no solo el Cuerpo Sacramentado del Señor, sino tambièn su gloria en la eternidad. A Ti nos entregamos con fe, para que agradecidos por los dones que el Señor nos da, le sirvamos en santidad y justicia todos nuestros dìas. Amèn.


+ Padrenuestro, tres Avemarìas y Gloria.






DIA SEXTO






'' Luz para alumbrar a las gentes y gloria de tu pueblo Israel''. (Lucas 2, 32).






Señor Jesùs, Tù eres el que tenìa que venir, aquel que habìa sido anunciado desde antiguo, Por tu bondad y tu gracia, amado Señor, somos privilegios de verte presente en el Sacramento del Altar y en tu Palabra, pues no tenemos que esperar hasta el final de nuestros dìas para conocerte. Por tu infinito amor, permítenos anunciar tu Nombre, y que asì tu luz brille hasta el confín de la tierra y todos los hombres sepan que Tù eres el Salvador. Amèn.


+Padrenuestro, tres Avemarìas y Gloria.






DIA SÈPTIMO





'' Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decìa de Èl. Simeòn los bendijo''. (Lucas 2, 33).



Amadísima Madre, Bienaventurada Virgen Marìa, invocamos tu Nombre hoy para suplicarte que intercedas por nosotros ante tu adorado Hijo, para que Èl mire las necesidades de sus fieles y envìe abundantes y santos pastores que guìen a su rebaño. Haz de tus hijos predilectos, los sacerdotes, personas sensibles al querer divino, para que tengan la sabiduría y la disponibilidad de guiar a las comunidades que les han sido confiadas. No permitas que se pierdan en el mundo ni que se olviden del amor primero. Amèn.



+ Padrenuestro, tres Avemarìas y Gloria.






DIA OCTAVO









''Este està destinado para caída y elevaciòn de muchos en Israel, y como signo de contradicciòn''. (Lucas 2, 34).



Maestro y Redentor nuestro, amado Señor Jesucristo, de Ti hemos recibido gracia tras gracia, aun cuando por nuestras obras merezcamos un trato diferente Te alabamos y le bendecimos porque nos miras con ternura y nos has levantado del pecado. Te suplicamos, que por la intercesiòn de tu piadosísima Madre, la Virgen Marìa, hagas caer a los poderosos e injustos y levantes a los oprimidos, heridos y despreciados por la sociedad y nuestra indiferencia. Amèn.


+ Padrenuestro, tres Avemarìas y Gloria.






DIA NOVENO





''¡A Ti misma, una espada te atravesarà el alma! A fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones''. (Lucas 2, 35).



Santísima Virgen Marìa, mujer casta, pura y consagrada a la voluntad del Padre, Tù que viviste en carne propia el dolor de la persecución y la pérdida de tu Hijo, acompaña a las familias que en este mes despiden a sus seres queridos, para que no se desesperen, sino que perseveren en la esperanza. Te entregamos nuestra vida, amada Señora, para que en el momento de la partida nos lleves a la presencia del Todopoderoso. Amen.




+ Padrenuestro, tres Avemarìas y Gloria.






ORACIÒN FINAL






Espíritu Santo, Señor y dador de vida, Tù eres la fuerza que aviva nuestra existencia y la luz que nos conduce a travès del camino. Te rogamos, a Ti que eres la expresión perfecta del amor entre el Padre y el Hijo, que nos concedas todo cuanto pedimos y esperamos por medio de esta novena, especialmente la gracia de ser como la sierva predilecta del creador: la Bienaventurada Virgen Marìa. Amèn.  



viernes, 13 de enero de 2017

TALLER ESPIRITUAL PARA TODOS

''YA NO QUEDA MÀS VINO''




''Este fue el comienzo de los signos que realizò Jesùs, en Canà de Galilea; asì manifestò su gloria y creyeron en Èl sus discìpulos''. (Juan 2, 11).




INVITACIÓN: 

En enero vivimos el cambio del tiempo litùrgico, de la Navidad  al Tiempo Ordinario, lo que hace que pasemos de la alegìa a cierta quietud en la fe. Sin embargo, este mes contiene riquezas por descubrir. Este taller espiritual buscarà mantener encendida esa llama alegre que se encendiò en Navidad, desde la perspectiva del Evangelio de San Juan 2, 1-11: Las bodas de Canà, donde el vino que da el Señor es motivo de alegría; diferente al que da el mundo.




ILUMINACIÒN BÌBLICA:



  • ''Al quedarse sin vino, por haberse acabado el de la boda, le dijo a Jesùs su Madre: 'No tiene Vino'. (Juan 2,3).
  • '' El campo està arrasando, la tierra està de luto, porque se ha perdido el grano, se ha secado el nèctar jugoso, y se ha agotado el aceite''. (Joel 1, 10).
  • ''Esto dice Yahvè: Como cuando uno encuentra un racimo jugoso y dice: 'No lo eches a perder, porque es una bendiciòn', asì harè yo por amor a mis siervos, evitando destruirlos a todos''. (Isaìas 65,8).
  • ''Yo darè a tus tierras la lluvia de su tiempo, lluvia de otoño y lluvia de primavera, y Tù cosecharàs tu trigo, tu uvas y tu aceite: Yo darè a tu campo hierba para tu ganado, y comeràs y te hartaràs''. ( Deuteronomio 11,14-15).



Y CUANDO SE ACABA EL VINO ¿QUE HACER?



La vida està llena de alegrìas y tristezas, momentos dulces y amargos, no podemos ser ciegos y pensar que todo serà ''color de rosa'', pues parte de nuestra responsabilidad como creyentes consiste en identificar aquello que se opone al querer de Dios para transformarlo. las dificultades llegaràn y debemos estar preparados, de manera que cuando se acabe el vino de alegrìa, la prosperidad y la estabilidad, no nos derrumbemos. Con frecuencia vemos hermanos que pasan con facilidad de la alegrìa desbordante a la total depresiòn, lastimando no solo su propia vida sino tambièn la de los demàs. Formar una estable y valiente personalidad ante las dificultades es uno de los grandes retos para el creyente.


La Palabra de Dios nos muestra, como lo vimos en los textos que citamos, que el vino es motivo de alegrìa, jùbilo y celebración, pero que si no se conserve con cuidado, se echa perder. Esto mismo sucede en nuestra vida de fe: el ''vino'' pasan, pero el verdadero vino de la alegrìa, que es la Sangre de nuestro Señor, permanece para siempre. Por esto, cuando se acaba el vino terrenal, debemos nutrir nuestra vida con el vino espiritual: la Sangre de nuestro Señor en el sacramento de la Sagrada Eucaristía.



Ante la crisis, la respuesta no se rendirse, sino levantar el rostro, confiar en el Señor y continuar adelante. En el relato de las bodas de Canà el Señor vuelve a animar una fiesta que ya estaba a punto de terminar, pues en Èl todo encuentra plenitud. Por ùltimo, fijèmonos en la Santísima Virgen Marìa, quien estuvo atenta para interceder por quienes necesitaban a su Hijo adorado, el vino de la vida eterna, que no se agota por el querer humano sino que se mide por la misericordia divina.



Hermanos, tenemos en frente un año que inicia: no permitamos que el vino bueno de la fe que hemos fortalecido con la Navidad se eche a perder o se termine. Esforcèmonos por estar atentos de nuestro camino espiritual, orando por nuestros tiempos de crisis.




Algunas pistas para alcanzar y conservar el vino bueno de la fe


  1. Consagrar a Dios todas nuestras obras, triunfos, retos, fracasos y dificultades, Èl nos conoce y sabe lo que necesitamos antes de que se lo pidamos, aun asì es bueno tener una relaciòn confiada con el Señor.
  2. Leer, meditar y orar todos los dìas con el Evangelio, Jesùs es el ''Vino Nuevo'' del Padre; Èl es la plenitud de la Alianza. Por tanto, conocer la Palabra de Dios nos permitirà saber còmo debemos obrar para obtener el vino de la vid verdadera.
  3. Ser moderado con el ''vino de los hombres'', que se fundamenta en halagos, lujos y poder. El ''vino'' del Señor es de los humildes y de los pobres que necesitan de Èl.
  4. Participar de la Sagrada Eucaristía y comulgar de manera especial, si la ocasiòn lo permite, con las dos especies consagradas: pan y vino.
  5. Rezar el Santo Rosario bìblico, acompañado de la lectura bìblica de cada misterio.




REFLEXIONEMOS:



  1. ¿En què momentos de mi vida he sentido que el ''vino'' de la alegrìa y de la esperanza se acaban?
  2. ¿Que actitudes tomo frente a la tristeza y a las dificultades de la vida? ¿Evado, afronto o me dejo vencer?
  3. ¿A què me comprometo para alcanzar y conservar el vino de la vida que me entrega el Señor en su Palabra y en sus Sacramentos?



SEÑOR: TÙ ERES EL PAN Y EL VINO DE MI VIDA






EL TIEMPO ORDINARIO Y EL CICLO A

'' Jesùs recorría toda Galilea, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino y sanando las enfermedades y dolencias de la gente, de modo que su fama llegó a toda Siria''. (Mateo 4, 23).





La vida se fundamenta en el encuentro con el Señor Jesùs, de manera que al relacionarnos con Èl, crezcamos en fidelidad. Para esto, la Iglesia nos acompaña en el camino espiritual y nos guía en el conocimiento del Señor. A este propòsito responde el año litúrgico que inicia con Adviento y termina con la solemnidad de Jesucristo Rey Universal.


Si bien comenzamos el año litùrgico con Adviento (tiempo que vivimos el año pasado a finales de noviembre), hasta este mes comenzamos a ver las características del ciclo litúrgico en que nos encontramos: Ciclo A. La Iglesia tiene organizada la liturgia en tres tiempos (ciclo A, B y C), que exponen la historia de la salvación, Cada ciclo està orientado por el relato evangélico de un evangelista, con sus características propias: si bien todos hablan de Jesùs, no es lo mismo leer a San Marcos que San Lucas, a San Mateo o a San Juan. Los Evangelios son, por lo tanto, las cartas de navegaciòn espirituales para cada año.





En este mes comenzamos el Tiempo Ordinario en el que la liturgia guiada por el Evangelio de San Mateo nos presentarà la predicación y milagros del Señor. Este tiempo no tiene otra intenciòn que conocer la vida diaria del Maestro y su relación con el Padre. En cambio, tiempos como Adviento, Navidad o Cuaresma, tienen otros objetivos claros. Esto no relativa el valor del Tiempo Ordinario, sino que pone el reto '' aùn màs alto'', porque allì se nos invita a perseverar en la vida cotidiana, no solo de palabra, sino con obras. En el ciclo A, San Mateo '' presenta, de manera muy bien organizada, el ministerio pùblico de Jesùs. Los discursos son cinco, cada uno de los cuales està precedido de un material narrativo. El Leccionario es fiel a esta estructura.



  1. El discurso de la montaña, precedido por la llamada de los primeros discípulos.
  2. El discurso misionero, precedido por la llamada de Mateo.
  3. El discurso en paràbolas, precedido por la Buena Noticia anunciada a los sencillos.
  4. El discurso sobre la vida en la Iglesia, precedido por la narraciòn de los milagros, la profesión de fe de Pedro y el anuncio de la Pasiòn.
  5. El discurso escatològico, precedido por las narraciones de las paràbolas y de acontecimientos que implican aceptaciòn o rechazo del Reino'' (Directorio homilètico 143).


Tener presente la estructura del Evangelio de San Mateo nos permitirà orientar adecuadamente nuestra vida espiritual. La liturgia no es un acto de improvisaciòn a criterio del sacerdote, sino que es el resultado de la larga experiencia de la Iglesia, que sabe còmo llevar pacientemente al creyente para que se encuentre con el Señor.





Hermanos, hagamos del Tiempo Ordinario algo extraordinario, de manera que, guiados por el Evangelio de San Mateo ( que identifica a Jesùs como el nuevo Moisès y el iniciador de un nuevo pueblo elegido: la Iglesia), vivamos las cosas cotidianas como el trabajo, el estudio, las dificultades y los momentos familiares y de amigos, como un regalo de Dios y una oportunidad para evangelizar.


jueves, 12 de enero de 2017

EL BAUTISMO DEL SEÑOR

EL COMIENZO DE SU MISTERIO Y EL INICIO DE NUESTRA MISIÓN 






'' Conviértanse y que cada uno de ustedes se haga bautizar en el nombre de Jesucristo, para perdòn de sus pecados y para que reciban el don del Espíritu Santo''. (Hechos 2,38)



Enero es un mes particular: aun se siente el ruido y el festejo de la Navidad, pero tambièn supone un examen de conciencia para proyectar la vida en el tiempo que vendrà. Asì, se plantean metas y propósitos para crecer en todas las dimensiones de nuestra vida. si recordamos la liturgia del mes pasado, ¿nos hemos propuesto metas en la fe o solo aspiramos a realidades materiales? El Bautismo del Señor es la oportunidad precisa para que hagamos una pausa en el camino, reflexionemos y encaminemos nuestro ser segùn el querer de Dios.


Por tradiciòn y por gracia de Dios, muchos de nosotros fuimos bautizados siendo niños y crecimos escuchando el nombre del Señor, pero los tiempos han cambiado, y ahora muchos de nosotros, que nos llamamos creyentes, no pedimos para nuestros hijos este sacramento, sino que esperamos que crezcan para que ellos decidan. La fe no se debe imponer, eso es muy cierto, pero necesita ser sembrada y cultivada con amor, oraciòn y testimonio. Si no se trabaja con los niños desde el principio, cuando sean adultos no sabràn qué camino seguir.




El Bautismo del Señor es el testimonio perfecto de lo que el acompañamiento y el testimonio de los padres y familiares logran en un hijo: Jesùs naciò en un hogar compuesto por una madre consagrada, de fe profunda y mucha oraciòn, y por un padre trabajador, justo y paciente. Estos elementos le ayudaron al Señor a crecer y a formarse, hasta el punto de '' pasar por el càliz amargo de la cruz'', con tal de cumplir la voluntad del Padre. ¿ Què tiene que ver esto con el Bautismo del Señor y con el nuestro? Los textos de esta fiesta dan respuesta.

La fiesta del Bautismo es la prolongaciòn de la Epifanía (revelaciòn a los sabios de oriente y a los pastores humildes), que en esta ocasiòn reconocen a Jesùs como el Hijo amado de Dios a quien se debe escuchar, Por tanto, el Bautismo que recibimos en el nombre del Señor, o que pedimos para nuestros hijos, no es un rito sin sentido, sino que Dios a quienes Èl envìa para proclamar su mensaje de salvación en favor de la verdad y la justicia.



Después del Bautismo, el Señor comenzò su vida o ministerio pùblico, y asì como Èl nosotros debemos hacer lo mismo: tomar conciencia de lo que hemos recibido y comprometernos con el Evangelio hasta el final. Jesùs se Bautizò y llamò a doce hombres para que lo siguieran, les comunicò la fe con sus palabras y obras. A su imagen debemos obrar nosotros con nuestros hijos.


El Bautismo del Señor es la celebraciòn que marca la clausura del tiempo de Navidad y da la entrada al Tiempo Ordinario, es decir, el paso del tiempo de nacimiento, crecimiento y formaciòn, al del compromiso absoluto con la causa del Reino. Es una prefiguraciòn de lo que debe ser la vida cristiana que inicia con el Bautismo. Dice el Directorio Homilètico:



'' El Bautismo de Jesùs es modelo tambièn para el nuestro, En el Bautismo descendemos con Cristo a las aguas de la muerte, donde son lavados nuestros pecados. Y después de habernos sumergido con  Èl , con  Èl salimos de las aguas y oìmos, fuerte y potente, la voz del Padre que, dirigida tambièn a nosotros en lo profundo de nuestros corazones, pronuncia un nombre nuevo para cada uno de nosotros: '¡Amado! Mi predilecto'. Sentimos este nombre como nuestro, no en virtud de las buenas obras que hemos realizado, sino porque Cristo, en su amor sin lìmites, ha deseado intensamente compartir con nosotros su relaciòn con el Padre''. (n.137).






sábado, 7 de enero de 2017

SEGUIDORES DEL MAESTRO

BIENAVENTURADOS LOS QUE PROCURAN LA PAZ, PUES ELLOS SERÀN LLAMADOS HIJOS DE DIOS. (Mateo 5, 9)



En julio de 1986 San Juan Pablo II estuvo en Colombia y en la ciudad de Cali, se reuniò con los niños de la Infancia Misionera de aquel tiempo, eran momentos muy difíciles en nuestros paìs, por la violencia de la guerrilla, el narcotráfico y los desastres naturales.


El Santo Papa, les dijo a los niños, que ellos son sus pequeños colaboradores y que con: la oraciòn, el buen comportamiento con la familia y sus compañeros y la limosna, trabajando juntos, asì se formarà una gran cadena de amor y fraternidad, en la que se unan las personas y asì se trabajarà por la paz.







CONSTRUIR LA PAZ







Es el llamado a todos los niños y adolescentes que formamos parte de esta gran Obra Misional Pontificia y de este hermoso paìs, Colombia. Construir la paz es nuestro deber, esta paz la debemos ayudar a construir en colegios y escuelas, en los barrios y en nuestras familia.




Los niños, niñas y adolescentes de la Infancia Misionera. somos constructores de paz, no es hacer cosas extraordinarias, es hacer lo ordinario, extraordinariamente bien hecho.



Como nos lo dijo San Juan Pablo II, construir la paz, primero con la Oraciòn.





ORAR ES HABLAR CON DIOS, ES DECIRLE:





'' Señor danos ideas, ilumìnanos con tu Espìritu Santo, para ser creativos, dinàmicos, activos, alegres y felices, constructores de paz''

''Señor ayùdanos a buscar màs lo que nos une, que lo que no separa''.






CONSTRUIR LA PAZ, CON NUESTRO BUEN COMPORTAMIENTO, EN LA CASA Y CON LOS OTROS.








Es saber que no tengo enemigos, y aunque haya personas que no me caen bien, con ellos debo tener una actitud de respeto, de saber trabajar en equipo. Que cuando existían diferencias podremos dialogar, que la violencia, gritos, groserías y golpes nunca son una salida para solucionar los problemas. Un niño de la Infancia Misionera debe ser este año en su colegio y familia un constructor de paz, en cosas tan concretas como si hay niños golpeàndose, no les deben hacer barra; sino separarlos, sentarnos y buscar una solución.


Un niño de la Infancia Misionera, harà la promesa de nunca burlarse de sus compañeros, los defenderá y protegerà, les ayudarà a ser valientes frente a los momentos difíciles, a ejemplo de Santo Domingo Savio.


Un niño de la Infancia Misionera, no debe permitir que sus padres o hermanos se falten al respeto, debe intermediar y construir la paz en su propia casa, llamándolos al diàlogo.






CONSTRUIR LA PAZ, CON NUESTRA LIMOSNA






Es saber que todo lo material que tengo es un regalo de Dios a travès del trabajo y esfuerzo de nuestros padres; y que cuando lo compartimos estamos tambièn construyendo la paz. Esta limosna es dar de lo que tenemos, pero tambièn es conseguir recursos para que otros tengan lo necesario.


En muchas parroquias y colegios los niños de la Infancia Misionera, venden los domingos empanadas, tinto, tamales, galletas y con ese dinero, no se van a pasear; sino que ayudan para que niños màs pobres puedan tener cuadernos, esferos para estudiar, ropa para vestirse y colaboran con la colecta de las misiones para que los niños màs lejanos puedan conocer el amor de Jesùs.




Los niños de la Infancia somos constructores de paz y por eso somos hijos de Dios Envìamos tus fotos, historias y proyectos de tu grupo durante este año, y enséñanos còmo seràn constructores de paz.












ESPIRITUALIDAD MISIONERA

 JESÙS SE NOS DA COMO ALIMENTO PARA PERMANECER EN NOSOTROS Objetivo:   Ayudar a los niños y niñas para que comprendan, que para ser testigos...