''Líbranos de la tentativa de ahogar en los corazones humanos la misma verdad de Dios; de la facilidad de pisotear los mandamientos. ¡ Que se manifieste, una vez màs, en la historia del mundo el infinito poder del amor misericordioso! ¡Que en tu Corazòn inmaculado se revele a todos la luz de la esperanza¡ Amèn''.
( San Juan Pablo II).
Hermanos, este mes celebramos cien años de las apariciones de Nuestra Señora en Fàtima, por lo que la Iglesia dispone de algunas pràcticas para que los fieles alcancen la indulgencia plenaria por medio de la manifestación de su amor y entrega a la Santísima Virgen Marìa.
La Indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal de los pecados, siendo estos perdonados en cuanto a la culpa de un fiel dispuesto, y cumpliendo determinadas condiciones por mediación de la Iglesia (CEC 1471; CIC 992). Para obtener las indulgencias es necesario que la persona se encuentre '' en estado de gracia'', es decir, que haya participado del sacramento de la Reconciliaciòn con un debido examen de conciencia y propósito de enmienda. Para obtener la indulgencia debemos tener en cuenta:
1). Desapego total del pecado (desear sinceramente no pecar màs).
2). Confesiòn sacramental de los pecados.
3). Recibir la Sagrada Eucaristía.
4). Orar por las intenciones del Papa.
5). Practicar las obras de misericordia, corporales y espirituales.
6). Abstenerse de fumar y consumir bebidas alcohólicas; no consumir carne.
Las pràcticas de amor a la Virgen para ganar la indulgencia plenaria, que libra totalmente de la pena por los pecados cometidos, son:
1. Peregrinar al Santuario de Fàtima en Portugal, y allì participar de la celebraciòn y oraciòn dedicadas a la Virgen. Ademàs, los fieles deben proclamar un Padrenuestro, el Credo y tres Avemarìas.
2. Orar ante cualquier imagen de la Virgen de Fàtima en todo el mundo: Imàgenes de Nuestra Señora, solamente expuestas a la veneraciòn pùblica en cualquier templo, oratorio o lugar el dìa del aniversario de las apariciones del 13 de cada mès: de mayo hasta octubre 2017. Orar un Padrenuestro, el Credo y tres Avemarías.
3. Ancianos y enfermos: Se aplica a las personas que por la edad, la enfermedad o cualquier otra causa grave, estèn impedidos para peregrinar. Ellos pueden orar ante una imagen de la Virgen de Fàtima y unirse espiritualmente a las celebraciones jubilares en las mismas fechas de las apariciones, indicando el 13 de mayo hasta octubre de 2017. Pueden ofrecer sus sacrificios a Dios por la santificación de la Iglesia. Esta posibilidad tambièn aplica para las personas privadas de la libertad.
¡Salve, Madre del Señor! ¡Virgen Maria, Reina del Rosario de Fàtima! Bendita entre todas las mujeres, pues eres la imagen de la Iglesia vestida de la luz pascual, eres la honra de nuestro pueblo y el triunfo sobre la marca del mal. Profecía del amor misericordioso del Padre, maestra del anuncio de la Buena Nueva del Hijo, señal del fuego ardiente del Espíritu Santo, enséñanos en este valle de alegrías y dolores, las verdades eternas que el Padre revela a los pequeños. Muéstranos la fuerza de tu manto protector, y en tu Inmaculado Coranzòn, sè el refugio de los pecadores y el camino que conduce hacia Dios. Unido a mis hermanos en la fe, la esperanza y el amor, a Ti me entrego, Unido a mis hermanos, por Ti, a Dios me consagro, oh Virgen del Rosario de Fàtima, Y envuelto en la Luz que de tus manos proviene, darè gloria al Señor por los siglos de los siglos. Amèn.
La Indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal de los pecados, siendo estos perdonados en cuanto a la culpa de un fiel dispuesto, y cumpliendo determinadas condiciones por mediación de la Iglesia (CEC 1471; CIC 992). Para obtener las indulgencias es necesario que la persona se encuentre '' en estado de gracia'', es decir, que haya participado del sacramento de la Reconciliaciòn con un debido examen de conciencia y propósito de enmienda. Para obtener la indulgencia debemos tener en cuenta:
1). Desapego total del pecado (desear sinceramente no pecar màs).
2). Confesiòn sacramental de los pecados.
3). Recibir la Sagrada Eucaristía.
4). Orar por las intenciones del Papa.
5). Practicar las obras de misericordia, corporales y espirituales.
6). Abstenerse de fumar y consumir bebidas alcohólicas; no consumir carne.
Las pràcticas de amor a la Virgen para ganar la indulgencia plenaria, que libra totalmente de la pena por los pecados cometidos, son:
1. Peregrinar al Santuario de Fàtima en Portugal, y allì participar de la celebraciòn y oraciòn dedicadas a la Virgen. Ademàs, los fieles deben proclamar un Padrenuestro, el Credo y tres Avemarìas.
2. Orar ante cualquier imagen de la Virgen de Fàtima en todo el mundo: Imàgenes de Nuestra Señora, solamente expuestas a la veneraciòn pùblica en cualquier templo, oratorio o lugar el dìa del aniversario de las apariciones del 13 de cada mès: de mayo hasta octubre 2017. Orar un Padrenuestro, el Credo y tres Avemarías.
3. Ancianos y enfermos: Se aplica a las personas que por la edad, la enfermedad o cualquier otra causa grave, estèn impedidos para peregrinar. Ellos pueden orar ante una imagen de la Virgen de Fàtima y unirse espiritualmente a las celebraciones jubilares en las mismas fechas de las apariciones, indicando el 13 de mayo hasta octubre de 2017. Pueden ofrecer sus sacrificios a Dios por la santificación de la Iglesia. Esta posibilidad tambièn aplica para las personas privadas de la libertad.
Hermanos, aprovechemos este mes para demostrarle nuestro amor a la Santìsima Virgen Maria, para que a travès de Ella, alcancemos el perdòn de nuestros pecados.
ORACIÓN JUBILAR DE CONSAGRACIÒN
¡Salve, Madre del Señor! ¡Virgen Maria, Reina del Rosario de Fàtima! Bendita entre todas las mujeres, pues eres la imagen de la Iglesia vestida de la luz pascual, eres la honra de nuestro pueblo y el triunfo sobre la marca del mal. Profecía del amor misericordioso del Padre, maestra del anuncio de la Buena Nueva del Hijo, señal del fuego ardiente del Espíritu Santo, enséñanos en este valle de alegrías y dolores, las verdades eternas que el Padre revela a los pequeños. Muéstranos la fuerza de tu manto protector, y en tu Inmaculado Coranzòn, sè el refugio de los pecadores y el camino que conduce hacia Dios. Unido a mis hermanos en la fe, la esperanza y el amor, a Ti me entrego, Unido a mis hermanos, por Ti, a Dios me consagro, oh Virgen del Rosario de Fàtima, Y envuelto en la Luz que de tus manos proviene, darè gloria al Señor por los siglos de los siglos. Amèn.
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