SER MISERICORDIOSOS ES CALMAR LA SED Y PERDONAR
Niños y niñas, después de haber vivido la Semana Santa y ahora con la fuerza que nos da el Espíritu Santo en Pentecostès, debemos estar mucho màs animados a ser misericordiosos con todos nuestros hermanos y la forma concreta como te invitamos a vivirlo en este tiempo es:
- Dar de beber al sediento.
- Perdonar al que nos ofende.
DAR DE BEBER AL SEDIENTO
Jesús nos ha dicho que cuando lleguemos al cielo precisamente se nos dirá: ''Porque tuve sed y ustedes me dieron de beber.'' La sed es el ansia de beber líquidos para compensarlos en el cuerpo; por lo tanto dar de beber es ayudar a una necesidad vital de todo ser humano. En tiempos de Jesús era esencial por la cercanía del desierto, las grandes distancias que había que caminar y la secases de pozos, recuerdas cuando Jesús se encuentra con la Samaritana le pide de beber.
Un Santo que nos dio un gran ejemplo de dar de beber al sediento, fue sin duda:
Nació en Verdù, España, el 26 de junio de 1580. Pedro se graduó de la Universidad de Barcelona. A los 19 años decide ser Jesuita e ingresa en Tarragona.
Se embarcó hacia la Nueva Granada en el año de 1610. Debía estudiar su Teología en Bogotà. Allí estuvo dos años, uno en Tunja y luego es enviado a Cartagena donde es ordenado sacerdote el 20 de marzo de 1616. Al llegar a América, Pedro encontró la terrible injusticia de la esclavitud, se trata de una tragedia que envolvió a unos 14 millones de seres humanos. Un millón de ellos pasaron por Cartagena en el departamento de Bolívar. Los esclavos venían en su venìan en su mayoría de Guinea, del Congo y de Angola en África. Los jefes de algunas tribus de esas tierras vendían a sus súbditos y sus prisioneros. En América los usaban en todo tipo de trabajo forzado.
Cartagena por ser lugar estratégico en la ruta de las flotas españolas, se convirtió en el principal centro del comercio de esclavos en el Nuevo Mundo. Mil esclavos desembarcaban cada mes. A la llegada de cada barco, Pedro se apresuraba a correr donde estaban los esclavos y atendida sus necesidades. Les daba agua, los curaba y alimentaba y luego se empeñaba en catequizarlos.
Fue esclavo de los esclavos, murió el 9 septiembre de 1654.
SAN PEDRO CLAVER
Nació en Verdù, España, el 26 de junio de 1580. Pedro se graduó de la Universidad de Barcelona. A los 19 años decide ser Jesuita e ingresa en Tarragona.
Se embarcó hacia la Nueva Granada en el año de 1610. Debía estudiar su Teología en Bogotà. Allí estuvo dos años, uno en Tunja y luego es enviado a Cartagena donde es ordenado sacerdote el 20 de marzo de 1616. Al llegar a América, Pedro encontró la terrible injusticia de la esclavitud, se trata de una tragedia que envolvió a unos 14 millones de seres humanos. Un millón de ellos pasaron por Cartagena en el departamento de Bolívar. Los esclavos venían en su venìan en su mayoría de Guinea, del Congo y de Angola en África. Los jefes de algunas tribus de esas tierras vendían a sus súbditos y sus prisioneros. En América los usaban en todo tipo de trabajo forzado.
Cartagena por ser lugar estratégico en la ruta de las flotas españolas, se convirtió en el principal centro del comercio de esclavos en el Nuevo Mundo. Mil esclavos desembarcaban cada mes. A la llegada de cada barco, Pedro se apresuraba a correr donde estaban los esclavos y atendida sus necesidades. Les daba agua, los curaba y alimentaba y luego se empeñaba en catequizarlos.
Fue esclavo de los esclavos, murió el 9 septiembre de 1654.
PERDONAR AL QUE NOS OFENDE
Jesús en el evangelio nos dice:
Mateo 6,12: ''Perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos han ofendido''.
Mateo 5, 44: ''Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores''.
Mateo 18,35: ''Lo mismo hará también mi Padre celestial con ustedes, si no perdonan de corazón a sus hermanos''.
El seguir a Jesús, el querer ser sus discípulos implica perdonar y con el corazón, no es olvidar; pues no podemos borrar los recuerdos de nuestra mente, pero si es recordar sin deseo de venganza, habiendo sanado las heridas y aprendiendo a amar y ayudar a quien en algún momento nos ofendió.
Una Santa niña que nos dio ejemplo de perdón:
SANTA MARÍA GORETTI
Maria nació el 16 de octubre de 1890, en Italia. Al día siguiente de su nacimiento fue bautizada y consagrada a la Virgen. A los seis años recibió el sacramento de la confirmación.
Junto a la labor de cuidar de sus hermanos menores, Maria rezaba el rosario y asistía a cursos de Catecismo, recibió la Eucaristía el 29 de mayo del año 1902.
Alessandro un joven que trabajaba con la familia de Marìa, después de la muerte del padre, comenzó a hacer proposiciones deshonestas a la inocente Marìa, que en un principio no comprende. Màs tarde, al adivinar las intenciones perversas del muchacho, la joven esta sobre aviso y rechaza la adulación y las amenazas. Suplica a su madre que no la deje sola en casa, pero no se atreve a explicarle claramente las causas de su pánico, pues Alessandro la ha amenazado.
Días después Alessandro la amordaza y toma un puñal. Marìa se pone a temblar, pero no sucumbe. Furioso, el joven intenta con violencia arrancarle la ropa, pero Marìa se deshace de la mordaza y grita, Marìa recibió catorce heridas graves y quedo inconsciente. Al recobrar el conocimiento, Marìa se confiesa con toda claridad. Y el sacerdote que està a su lado, asistièndola paternalmente. En el momento de darle la sagrada Comunión, le preguntò: Maria, ¿perdonas de todo corazón a tu asesino?
Ella le respondió: Si, lo perdono por el amor de Jesús, y quiero que él también venga conmigo al paraíso. quiero que estè a mi lado... que Dios lo perdone, porque yo ya lo he perdonado.
Maria fallece el día 6 de julio de 1902.
Alessandro, estando en la cárcel unos años después de la muerte de Marìa se convirtió y pidió perdón.
Ella le respondió: Si, lo perdono por el amor de Jesús, y quiero que él también venga conmigo al paraíso. quiero que estè a mi lado... que Dios lo perdone, porque yo ya lo he perdonado.
Maria fallece el día 6 de julio de 1902.
Alessandro, estando en la cárcel unos años después de la muerte de Marìa se convirtió y pidió perdón.