sábado, 10 de noviembre de 2012

ESTRENO DE PELÍCULA

LA INFANCIA MISIONERA DE TESALIA TUVO EL GUSTO DE PRESENTAR LA PELÍCULA QUE LE CONMOVIÓ EL CORAZÓN DE TODOS LOS NIÑOS Y NIÑAS.



 por siempre a tu lado (Hachiko) 


Película que se estreno para la clausura de nuestras clases de la Infancia Misionera el domingo 4 de Noviembre en la parroquia Nuestra Señora del Rosario.

esta película fue protagonizada por Richard Gere y Joan Allen.






Trailer de la Película


esta es la Película que le conmovio el corazón de Niños y Niñas.













Conozcamos su Historia
















En 1924, Eisaburō Ueno, un profesor del departamento de agricultura en la Universidad de Tokio, adoptó a Hachikō como su mascota. Desde entonces, cada día Hachikō lo esperaba en la puerta delantera de la estación de Shibuya para saludar a su amo al final de cada día. Esta rutina continuó sin interrupciones hasta el mes de mayo de 1925, cuando el profesor Ueno ya no regresó, como de costumbre, en tren, pues previamente había sufrido una hemorragia cerebral mientras impartía clases en la universidad de Tokio, y murió. Debido a esto, jamás regresó a la estación de tren, donde su leal mascota lo esperaba. Hachikō demostró lealtad a su dueño y, cada día, durante los siguientes diez años de su vida, esperó en el acostumbrado sitio donde se sentaba, justo enfrente de la estación.

Conforme transcurría el tiempo, Hachikō comenzó a llamar la atención de propios y extraños en la estación; mucha gente que solía acudir con frecuencia a la estación habían sido testigos de cómo Hachikō acompañaba cada día al profesor Ueno antes de su muerte. Fueron estas mismas personas las que cuidaron y alimentaron a Hachi durante ese largo período.




Primeros años 



Desde la Prefectura de Akita hasta la estación de Shibuya viajó durante dos días en tren, en una caja. Cuando lo fueron a retirar sirvientes del profesor, estos creyeron que el perro estaba muerto.
Sin embargo, cuando llegaron a la casa, el profesor le acercó al perro un vaso con leche y éste se reanimó. El profesor lo recogió en su regazo y notó que las patas delanteras estaban levemente desviadas, por lo que decidió llamarlo Hachi (ocho en japonés), por la similitud con el Kanji (letra japonesa) que sirve para representar al número ocho ().
En realidad el perro estaba destinado a la hija del profesor, quien prontamente abandonó la casa paterna al quedar embarazada y casarse para irse a vivir a la casa paterna de su esposo. Así, al comienzo, Hachi iba a ser regalado, pero el profesor pronto se encariñó con el perro al que adoraba enérgicamente.










El perro se despedía todos los días desde la puerta principal cuando Ueno iba al trabajo, y le saludaba al final del día en la cercana estación de Shibuya. Esta rutina, que pasó a formar parte de la vida de ambos, no fue inadvertida ni por las personas que transitaban por el lugar ni por los dueños de los comercios de los alrededores, y todos ellos llegaron a apreciar de forma muy singular el vínculo que llegó a entablarse entre el perro y su dueño.














Tras la muerte de su amo: la lealtad de su mascota



El 21 de mayo de 1925, el profesor Ueno no regresó; había sufrido un infarto que le provocó la muerte mientras impartía clase en la Universidad Imperial. Sin embargo, Hachi se quedó allí, en su sitio, esperándole. Pasaron los días, que se convirtieron en meses, y los meses en años, y Hachi seguía acudiendo fiel y puntualmente a esperar a su amo, sin importarle si hacía frío o calor; tan sólo esperaba volver a verle.






La devoción que Hachikō sentía hacia su amo fallecido conmovió a los que lo rodeaban, quienes lo apodaron el perro fiel. En abril de1934, una estatua de bronce fue erigida en su honor en la estación de Shibuya, y el propio Hachikō estuvo presente el día que se presentó la estatua. La estatua fue fundida en la Segunda Guerra Mundial, pero se erigió otra estatua en agosto de 1947, que aún permanece y es un lugar de encuentro extremadamente popular, tanto que en ocasiones la aglomeración de gente dificulta el encuentro.

También hay una estatua similar en Odate, delante de la estación de Odate.

















Muerte


El 8 de marzo de 1934, Hachiko murió de filariasis.  Su cuerpo fue encontrado frente a la estación de Shibuya, tras esperar infructuosamente a su amo durante nueve años. Sus restos fueron depositados en una caseta de piedra que se construyó al pie de la tumba del profesor Ueno, en el Cementerio de Aoyama, Minmi-Aoyama, Minato-Ku, Tokio. Aunque, posteriormente, su cuerpo se recogió para ser expuesto en el Museo de Ciencias Naturales del distrito Tokiota de Ueno tras ser restaurado y disecado.

El 8 de marzo de cada año se conmemora a Hachiko en la plaza frente a la estación de trenes de Shibuya.





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