CONOZCAMOS ESTOS TRES ELEMENTOS DE LOS REYES MAGOS (ORO, INCIENSO Y LA MIRRA)
¿QUE ES EL ORO?
El oro es un elemento químico de número atómico 79, situado en el grupo 11 de latabla periódica. Es un metal precioso blando de color amarillo. Su símbolo es Au (dellatín aurum, "brillante amanecer").
Es un metal de transición blando, brillante, amarillo, pesado, maleable y dúctil.
El oro no reacciona con la mayoría de los productos químicos, pero es sensible
al cianuro, al mercurio y al agua regia. Este metal se encuentra normalmente en estado
puro, en forma de pepitas y depósitos aluviales. Es un
elemento que se crea gracias a las condiciones extremas en el núcleo colapsante
de las supernovas. Cuando la reacción de fusión nuclear cesa,
las capas superiores de la estrella se desploman sobre el núcleo estelar,
comprimiendo y calentando la materia hasta el punto de que los núcleos más
ligeros, como por ejemplo el hierro,
se fusionan para dar lugar a los metales más pesados (uranio,
oro, etc.). Otras teorías apuntan a que el oro se forma de gases y líquidos que se elevan desde el estructura
interna de la Tierra, los cuales se trasladan a la superficie a
través de fallas de la corteza terrestre. Sin
embargo, las presiones y temperaturas que se dan en el interior de la Tierra no son suficientes
como para dar lugar a la fusión nuclear de la cual surge el oro.
El oro es uno de los metales tradicionalmente empleados para acuñar monedas; se utiliza en la joyería, la industria y la electrónica por su resistencia a la corrosión. Se ha empleado como símbolo de pureza, valor, realeza, etc. El principal objetivo de los alquimistas era producir oro partiendo de otras sustancias como el plomo. Actualmente está comprobado químicamente que es imposible convertir metales inferiores en oro, de modo que la cantidad de oro que existe en el mundo es constante.
Consideraciones lingüísticas
- Etimología. La palabra «oro»
proviene del latín aurum (rastro metalico proviniente del Trilóbito).
- Sustantivo. Existen otras
acepciones de la palabra.
- Siglas y abreviaciones. El símbolo químico del oro es “Au”
-
Expresiones lingüísticas. Hay
expresiones idiomáticas empleadas en el lenguaje español que son reconocidas
por
la Real Academia
Española ("regla de oro", "oportunidad de oro", "siglo
de oro", "letras de oro", "el tiempo es oro").
Expresiones lingüísticas. Hay
expresiones idiomáticas empleadas en el lenguaje español que son reconocidas
por la Real Academia
Española ("regla de oro", "oportunidad de oro", "siglo
de oro", "letras de oro", "el tiempo es oro").
Historia
El oro es sumamente inactivo. Es inalterable por el aire, el calor, la humedad y la mayoría de los agentes químicos, aunque se disuelve en mezclas que contienen cloruros, bromuros oyoduro. También se disuelve en otras mezclas oxidantes, en cianuros alcalinos y en agua regia, una mezcla de ácido nítrico y ácido clorhídrico. Los cloruros y los cianuros son los compuestos importantes de oro.
Características
El oro exhibe un color amarillo en
bruto. Es considerado como el metal más maleable y dúctilque se conoce.1 Una onza (31,10 g)
de oro puede moldearse en una lámina que cubra 28 m2 . Como es un
metal blando, son frecuentes las aleaciones con otros metales con el fin de
proporcionarle dureza.
Además, es
un buen conductor del calor y de la electricidad, y no le afecta el aire ni la
mayoría de los agentes químicos. Tiene una alta resistencia a la alteración
química por parte del calor, la humedad y la mayoría de los agentes corrosivos, y así está bien adaptado a su uso en la acuñación
de monedas y en la joyería.
Se trata de
un metal muy denso, con un alto punto de fusión y una alta afinidad
electrónica. Sus estados de oxidación más importantes son 1+ y 3+. También
se encuentra en el estado de oxidación 2+, así como en estados de oxidación
superiores, pero es menos frecuente. La estabilidad de especies y compuestos de
oro con estado de oxidación III, frente a sus homólogos de grupo, hay que
razonarla considerando los efectos
relativistas sobre los
orbitales 5d del oro.
La química
del oro es más diversa que la de la plata,
su vecino inmediato de grupo: seis estados de oxidación exhibe –I a III y V. El
oro –I y V no tiene contrapartida en la química de la plata. Los efectos
relativistas, contracción del orbital 6s, hacen al oro diferente con
relación a los elementos más ligeros de su grupo: formación de interacciones
Au-Au en complejos polinucleares. Las diferencias entre Ag y Au hay que
buscarlas en los efectos relativístas que se ejercen sobre los electrones 5d y
6s del oro. El radio covalente de la tríada de su grupo sigue la tendencia Cu
< Ag >- Au; el
oro tiene un radio covalente ligeramente menor o igual al de la plata en
compuestos similares, lo que podemos asignar al fenómeno conocido como "contracción
relativista + contracción lántanida".
¿QUE ES EL INCIENSO?
El incienso (del latín incensum, participio de incendere, ‘encender’) es
una preparación de resinas aromáticas vegetales, a las que a menudo se añaden aceites esenciales de origen animal o vegetal, de forma que al arder
desprenda un humo fragante con fines religiosos, terapéuticos o estéticos. En el pasado, las
sociedades china y japonesa usaron el incienso
como parte integral de la adoración de deidades hindúes. Además, tiene un uso importante en elbudismo, en la Iglesia Católica (para la Adoración
eucarística, procesiones, etc.), en la Divina Liturgia de la Iglesia Ortodoxa y, en menor grado, en otras confesiones cristianas.
Presentaciones y uso
El incienso está
disponible en numerosas presentaciones y grados de preparación. Sin embargo, generalmente se clasifica
en dos tipos, dependiendo del uso: incienso para quema directa y para quema indirecta.
En general,
el incienso grande y basto tiende a arder más tiempo que el más procesado, y el
incienso de quema directa exige menos preparación para su uso pero requiere un
mayor procesado previo. Aparte de esto, la preferencia por una u otra
presentación depende en buena parte de la cultura, las tradiciones y los gustos
personales. El incienso en barra es la forma más común y preferida usada en las
culturas china y japonesa, por lo que la
mayoría del incienso producido en estos países se fabrica con esta forma. En
occidente, debido a los lazos del cristianismo con el judaísmo, el incienso se suele quemar en forma de polvo o en
trozos completos.
Quema directa
El incienso para quema directa es
colocado generalmente en un receptáculo denominado incensario en el
cual se prende el incienso y se hace ventilar para propagar su aroma.
También se
le llama incienso combustible cuando
es prendido y abanicado; la brasa así obtenida se consumirá sin llama hasta
quemar todo el incienso, sin necesidad de aplicar más calor.
Esta clase de incienso se elabora típicamente con materiales de incienso
fragante finamente molidos, que se unen mediante un combustible aglutinante.
Las formas más comunes en las
que se comercializa son:
- Espiral: es capaz de arder durante mucho tiempo, desde horas hasta días
- Cono: arde relativamente rápido. Los conos
que incluyen artemisia se usan en
la medicina
tradicional china para
tratamientos de moxibustión.
- Varas huecas: esta forma de incienso en vara tiene
un centro de bambú. Las variedades de mayor calidad
incluyen un centro de sándalo fragante. El centro se cubre de una
gruesa capa de incienso que se quema junto con él. Esta presentación se produce
frecuentenmente en China y la India. Cuando se usa para el culto en la religión
tradicional china, las varas huecas de incienso se conocen a veces
como «varas joss».
- Varas macizas: este incienso en vara no tiene un núcleo de apoyo, siendo
macizas. Al ser fácilmente divisible en trozos, permite determinar la cantidad
concreta de incienso que se desea quemar. Esta es la forma más común de
incienso en Japón.
Para usar el incienso de quema directa, debe ser
prendido y acto seguido apagado, de forma que el incienso continúe brillando y
humeando mientras se consume.
Quema indirecta
También llamado incienso no
combustible, el uso de este tipo de incienso requiere una fuente externa de
calor ya que no produce ascuas cuando se consume. El calor se consigue
normalmente mediante carbón vegetal o
ceniza caliente. El incienso se quema colocándose directamente sobre los
carbones ardientes o sobre una placa de metal caliente en el incensario.
Es la forma
más común de incienso usada tradicionalmente en Oriente Medioo en la cultura cristiana. Se dan formas parecidas de la quema indirecta del
incienso en el Kōdō,
la ceremonia japonesa del incienso (香道). El incienso mejor conocido de
este tipo son las resinas brutas de franquincienso y mirra,
probablemente debido a las numerosas menciones que aparecen en la Bibliacristiana.
De hecho, la palabra franquincienso suele ser sinónimo de cualquier forma de
incienso en muchas lenguas europeas.
Entero: el material es quemado
directamente en su forma bruta no procesada sobre ascuas de
carbón.
Pulverizado o granulado: el material se parte en trozos más pequeños. El incienso se
quema así
rápidamente, proporcionando un corto periodo de olores intenso
En pasta: el incienso pulverizado
o granulado se mezcla con un aglutinante pegajoso, como fruta seca, miel o
resina blanda, formando pequeñas bolas o tartaletas, una práctica muy utilizada
entre las culturas que utilizan el incienso. Gran parte del incienso arábigo,
llamado bukhoor o bakhoor, es de este tipo.
Manufactura
Históricamente, el incienso que se
ha utilizado en cada lugar se ha compuesto de diferentes elementos: resinas y
maderas sobre todo. Se ha usado desde resina de árboles de la familia de la Boswellia,
hasta resina de cedro del Líbano Cedrus libani hasta sabina real (Juniperus
lycia o Juniperus thurifera)
proveniente de África,
que por poseer trementina exhala
un agradable perfume. Asimismo, se le llamó incienso a otras gomorresinas en
algunas partes del mundo: al ajenjo en Andalucía, a la Artemisia aragonensis en las islas Canarias, a la Grindelia
glutinosa o palaucupatli en México,
o a la Thuaria
chilensis en Chile.
La obtención
de la gomorresina del incienso se realiza haciendo una incisión en los troncos de los árboles de la Boswellia,
de esta manera la resina fluye, se seca al contacto con el aire y se forman
entonces pequeños granos redondeados de una coloración amarilla pálida y opaca,
de textura quebradiza y cuyo diámetro no pasa
de los 2 cm. Cuando los granos entran en contacto con el fuego se derriten, exhalando así su
exquisito aroma.
El incienso
pertenece al género botánico Boswellia;
así, tenemos en China el uso de Boswellia sacra, en Abisinia, Boswellia papirifera, en la India, Boswelia serrata, y en Oriente Medio y África del Norte, Boswelia carterii.
Historia
Acerca del nombre del incienso, los hebreos le llamaban lebonah, los griegoslibanos, los árabes luban y los romanos olibanum; en todos los idiomas significa lo mismo, esto es: ‘leche’,
por el aspecto de la resina al brotar del árbol. Sin embargo en la actualidad
se le llama incienso, nombre que deriva del vocablo latino incendoere, es decir, ‘encender’, ‘quemar’, ‘incendiar’,
‘prender fuego’, iluminar’.
Los datos arqueológicos que poseemos
sobre el incienso se remontan al Valle del Nilo:
en los templos de Deir el-Bahari se
pueden observar inscripciones con dibujos de rituales netamente esotéricos, donde son más que evidentes las nubecillas del
humo del incienso. Hace alrededor de quince siglos,
los egipcios viajaban al país de To-Nuter para buscar incienso.
Las
historias narran que el rey Rama-Ka llevó a su tienda arbolitos pequeños de
incienso, los sembró cuidadosamente a la hora precisa, bajo los augurios estelares y logró de esta forma
perfectos y esbeltos árboles de excelente madera y gomorresina. Losfenicios,
por su parte, siendo grandes navegantes y comerciantes, llevaban siempre en sus
navíos leños de incienso para comerciar con el mundo conocido. Más datos
históricos sobre el incienso se tienen a partir de los relatos de Alejandro Magno: se cuenta que al tomar la ciudad de Gaza,
acumuló entre los preciosos objetos del botín de guerra 500 talentos de
incienso y 100 de mirra.
Por su lado, Estrabón nos
narra cómo se hacían las transacciones comerciales con Arabia,
la zona del Mar Rojo y hasta China,
en búsqueda del tan preciado incienso. También Dioscórides y Plinio el Viejo citan
en sus obras acerca del auge que tuvo el incienso en los templos de los tiempos
de la Roma Imperial. Uno de los datos más notables proviene de Nerón:
se dice que habría quemado impresionantes cantidades de incienso ante el
sepulcro de Popea.
En la
mitología grecorromana también está presente el incienso: Leucótoe, la hija de Arcamo y de Eurinoma, se entregó en
amores al bello y codiciado Apolo.
Cuando Arcamo supo de tal deshonroso acontecimiento, la enterró viva llevado
por la mayor ira. Pero el diosSol, para honrar a la infeliz criatura
enterrada viva, la convirtió en un frondoso árbol de incienso. Por esto, se
tiene también que,astrológicamente, los planetas que rigen a este sagrado árbol son el
Sol y su hijo predilecto, Júpiter; por lo tanto el
signo zodiacal que le
corresponde es Leo.
Referencias bíblicas
Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento aparecen gran cantidad de menciones
sobre el incienso. Así, tenemos que en Éxodo30:1 se le indica a Moisés que
debe hacer un altar separado, de madera de acacia, para quemar incienso. Más
adelante, en Éxodo30:7 se dice textualmente: «y Aarón quemará
incienso aromático sobre él (el altar); cada mañana cuando aliste las lámparas
lo quemará». Y hasta existe una gran advertencia o sentencia en Éxodo 30:9 «No ofrecerás sobre él incienso
extraño».
Antes se han mencionado las falsificaciones y el
uso de Juniperus Lycia o Juniperus
Thurifera para remplazar al
incienso; hay que agregar además que los adulteradores siempre han tratado de
abaratar costos y se han valido aun del uso de resinas de coníferas a tal
efecto, pero así también se contamina el incienso. Hoy en día llamamos al
verdadero incienso «incienso macho», en tanto que a las adulteraciones e
inciensos artificiales les decimos «incienso hembra». Este último
carece absolutamente de funciones mágicas y sólo sirve para aromatizar un
ambiente, de la misma manera que lo hace un desodorante ambiental en aerosol.
Volviendo al Antiguo Testamento,
encontramos en el Salmo 141:2 una comparación entre el ascenso
del humo de incienso y la elevación de las plegarias: «Suba mi oración delante
de ti como el incienso». De igual forma, aparece el incienso en Deuteronomio33:10, cuando Moisés bendice
las doce tribus de Israel: «...pondrán delante de
ti y en holocausto sobre el altar». Otro dato, acerca del incienso en el Antiguo Testamento,
lo podemos leer en Levítico 16, 12-13, durante el día de la expiación: «Después
tomará un incensario lleno de brasas de fuego del altar de delante de Jehová, y sus puños llenos de perfume aromático molido, y
lo llevará detrás del velo. Y pondrá el perfume sobre el fuego delante de
Yahvé, y la nube del perfume cubrirá el propiciatorio que está sobre el
testimonio, para que no se muera».
En esta cita hay una descripción muy
interesante, ya que se dice «perfume aromático molido»: muchas son las técnicas
que utilizaban (y aun hoy utilizan) los balsameros, perfumistas y ungüentarios; algunos términos usados por ellos, a causa de la
vulgaridad y así, por ejemplo, cuando hablamos de pócima (lo cual significa estrictamente
«cocimiento» de sustancias vegetales para ser ingeridas y que posee efectos
medicinales curativos), se suele imaginar de inmediato a algún hechicero preparando algo terrible. Pero en el Antiguo Testamento bien se nombra el polvo de incienso.
En realidad la pulverización de hojas, tallos, raíces, cortezas o
gomorresinas, como en nuestro caso, sirve para fines terapéuticos, para
facilitar la ingesta y normalmente se lo encapsula, de modo tal que pase a
través del estómago sin
afectarlo y se difunda en el intestino al disolverse la cápsula, cuya función es
la de proporcionar un vehículo al polvo.
Pero en el
texto bíblico, la pulverización no significa la labor medicinal, sino ritual, a
tal efecto, pulverizar una gomorresina implica
que ésta será utilizada en perfectas y correctas proporciones. En el Nuevo
Testamento también aparece el incienso en notables acontecimientos: cuando la
visita de los Reyes Magos a Jesús recién
nacido: «Y al entrar a la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le
ofrecieron presentes: oro,
incienso y mirra».
Incienso, el símbolo del Sol y del hijo del Sol, Júpiter, el esplendor de la Luz Mayor , y la mirra, pariente
cercano del incienso, es el perfume de Hermes Trimegisto.
Una ofrenda
similar a la de los Reyes Magos, hizo el rey selúcida Seleuco II Calinico,
cuando obsequió al templo de Apolo de Miletomirra
y más de diez talentos de
incienso. Al igual que el incienso, la mirra debe ser recolectada y preparada
según los ritmos astrales, como explica Escribonio.
Tan importante ha sido considerado el incienso, que Heródoto, padre de la Historia,
nos cuenta sobre la gran derrota de los árabes frente a Darío I, y que como tributo de guerra, obligó a éstos a que
pagasen anualmente mil talentos de incienso.
Retornando al Nuevo Testamento, en
el Libro de las Revelaciones o Apocalipsis de San Juan (8:3-5), el Séptimo Sello, leemos:
«Otro ángel vino
entonces y se paró ante el altar,
con un incensario de
oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los
santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono. Y de la mano del
ángel subió a la presencia de Dios el humo del incensario, y lo llenó del fuego
del altar, y lo arrojó a la tierra, y hubo truenos y voces, relámpagos, y un terremoto».
El texto
citado pertenece a la narración sobre el Séptimo Sello: el número siete simboliza la organización, la
producción, el triunfo, la fecundidad. Abrir el Séptimo Sello es abrir lo que
los orientales llaman «El Loto de Mil Pétalos». El incensario de oro simboliza
el corazón del Iniciado, donde debe arder el incienso, que es servicio y amor.
El humo del incienso, es a su vez, la alegoría del servicio impersonal y
desinteresado, que lo impregna todo, y propiamente el «mucho incienso»
significa la gloria de haber obtenido una mente pura y un corazón amoroso,
devenidos del esfuerzo propio del servicio altruista.
El benjuí, llamado por Ibn Battuta «el
incienso de Java y Sumatra»,
es un aroma típico del Cuatrocento y
del Renacimiento: en el año1461 el sultán de Egipto,
Melech Elmaydi, despachó al dux de Venecia, Pascual Malispiero, un cargamento del preciado
benjuí, entre otros regalos. Otra anécdota, pero del año 1476, nos habla de un
obsequio realizado por el sultán Kaitbei de Egipto, que constaba de 15 libras de benjuí, a la bella Catarina
Cornaro, de Venecia. También del sultán Kaitbei recibiría Lorenzo el Magnífico, de Florencia,
un cargamento de benjuí como presente. Fray Zuambatista nos dice sobre el
benjuí que es uno de los sahumerios más codiciados. Y en una antigua apotheca o botica de Brunswick se mantiene la antigua tradición de
llamar al benjuí como Asa Dulcis.
Incienso y cáncer
Algunos estudios recientes llevados a cabo
en los templos budistas de Taiwán han relacionado la
quema de incienso con el riesgo de contraer cáncer, debido a los elevados niveles de benzopireno (hidrocarburo
aromático policíclico) en el humo del incienso.1 Hay que tener
presente que la cantidad de benzopireno que se puede llegar a concentrar en un
hogar donde se quemen algunas varitas o bastoncitos no tiene nada que ver con
la que se produce en un templo como el que se describe en el estudio (templo budista con mucha gente en
su interior, muy mala ventilación y donde se están quemando grandes cantidades
de incienso que llegan a impedir la visibilidad) por lo que no es posible
extrapolar el caso y serían necesarios más estudios para llegar a conclusiones
más concretas y adaptadas al uso doméstico.
¿QUE ES LA MIRRA?
La mirra (del latín myrrha,
y éste del griego μύῤῥα) es una sustancia resinosa aromática. Se
obtiene haciendo una incisión en la corteza del árbol Commiphora myrrha,
de la cual exuda una resina gomosa, de color amarillo que al secarse tiene
formas irregulares y tonalidad pardo-rojiza, crece al noreste de África, en
Arabia y Turquía.
Muy valorada
en la antigüedad, ya que era uno de los componentes para la elaboración deperfumes, incienso, ungüentos,
medicinas y para diluir tinta en los papiros. Se usaba también para embalsamar a los muertos.
Según la
tradición cristiana la mirra es uno de los regalos que los Reyes Magos ofrecieron al niño Jesús en
la Epifanía.
La mirra, en
época del imperio romano, era usada como anestésico para los moribundos o los
condenados a muerte y se solía dar mezclada con vino.
La
gomorresina se ha utilizado también como estimulante y tónico, y en la
actualidad se emplea como antiséptico en enjuagues bucales y dentífrico,
entre otros.
Esta
sustancia también tiene numerosas propiedades medicinales y se usaba para
tratar la ronquera, la disentería y como antiparasitaria. Además, Dioscórides
la menciona en su tratado "De Materia Médica" las propiedades
abortivas de la mirra.
El incienso (del latín incensum, participio de incendere, ‘encender’) es
una preparación de resinas aromáticas vegetales, a las que a menudo se añaden aceites esenciales de origen animal o vegetal, de forma que al arder
desprenda un humo fragante con fines religiosos, terapéuticos o estéticos. En el pasado, las
sociedades china y japonesa usaron el incienso
como parte integral de la adoración de deidades hindúes. Además, tiene un uso importante en elbudismo, en la Iglesia Católica (para la Adoración
eucarística, procesiones, etc.), en la Divina Liturgia de la Iglesia Ortodoxa y, en menor grado, en otras confesiones cristianas.
Presentaciones y uso
El incienso está
disponible en numerosas presentaciones y grados de preparación. Sin embargo, generalmente se clasifica
en dos tipos, dependiendo del uso: incienso para quema directa y para quema indirecta.
En general,
el incienso grande y basto tiende a arder más tiempo que el más procesado, y el
incienso de quema directa exige menos preparación para su uso pero requiere un
mayor procesado previo. Aparte de esto, la preferencia por una u otra
presentación depende en buena parte de la cultura, las tradiciones y los gustos
personales. El incienso en barra es la forma más común y preferida usada en las
culturas china y japonesa, por lo que la
mayoría del incienso producido en estos países se fabrica con esta forma. En
occidente, debido a los lazos del cristianismo con el judaísmo, el incienso se suele quemar en forma de polvo o en
trozos completos.
Quema directa
El incienso para quema directa es
colocado generalmente en un receptáculo denominado incensario en el
cual se prende el incienso y se hace ventilar para propagar su aroma.
También se
le llama incienso combustible cuando
es prendido y abanicado; la brasa así obtenida se consumirá sin llama hasta
quemar todo el incienso, sin necesidad de aplicar más calor.
Esta clase de incienso se elabora típicamente con materiales de incienso
fragante finamente molidos, que se unen mediante un combustible aglutinante.
Las formas más comunes en las
que se comercializa son:
- Espiral: es capaz de arder durante mucho tiempo, desde horas hasta días
- Cono: arde relativamente rápido. Los conos que incluyen artemisia se usan en la medicina tradicional china para tratamientos de moxibustión.
- Varas huecas: esta forma de incienso en vara tiene un centro de bambú. Las variedades de mayor calidad incluyen un centro de sándalo fragante. El centro se cubre de una gruesa capa de incienso que se quema junto con él. Esta presentación se produce frecuentenmente en China y la India. Cuando se usa para el culto en la religión tradicional china, las varas huecas de incienso se conocen a veces como «varas joss».
- Varas macizas: este incienso en vara no tiene un núcleo de apoyo, siendo macizas. Al ser fácilmente divisible en trozos, permite determinar la cantidad concreta de incienso que se desea quemar. Esta es la forma más común de incienso en Japón.
Para usar el incienso de quema directa, debe ser
prendido y acto seguido apagado, de forma que el incienso continúe brillando y
humeando mientras se consume.
Quema indirecta
También llamado incienso no
combustible, el uso de este tipo de incienso requiere una fuente externa de
calor ya que no produce ascuas cuando se consume. El calor se consigue
normalmente mediante carbón vegetal o
ceniza caliente. El incienso se quema colocándose directamente sobre los
carbones ardientes o sobre una placa de metal caliente en el incensario.
Es la forma
más común de incienso usada tradicionalmente en Oriente Medioo en la cultura cristiana. Se dan formas parecidas de la quema indirecta del
incienso en el Kōdō,
la ceremonia japonesa del incienso (香道). El incienso mejor conocido de
este tipo son las resinas brutas de franquincienso y mirra,
probablemente debido a las numerosas menciones que aparecen en la Bibliacristiana.
De hecho, la palabra franquincienso suele ser sinónimo de cualquier forma de
incienso en muchas lenguas europeas.
Entero: el material es quemado
directamente en su forma bruta no procesada sobre ascuas de
carbón.
Pulverizado o granulado: el material se parte en trozos más pequeños. El incienso se
quema así
rápidamente, proporcionando un corto periodo de olores intenso
En pasta: el incienso pulverizado
o granulado se mezcla con un aglutinante pegajoso, como fruta seca, miel o
resina blanda, formando pequeñas bolas o tartaletas, una práctica muy utilizada
entre las culturas que utilizan el incienso. Gran parte del incienso arábigo,
llamado bukhoor o bakhoor, es de este tipo.
Manufactura
Históricamente, el incienso que se
ha utilizado en cada lugar se ha compuesto de diferentes elementos: resinas y
maderas sobre todo. Se ha usado desde resina de árboles de la familia de la Boswellia,
hasta resina de cedro del Líbano Cedrus libani hasta sabina real (Juniperus
lycia o Juniperus thurifera)
proveniente de África,
que por poseer trementina exhala
un agradable perfume. Asimismo, se le llamó incienso a otras gomorresinas en
algunas partes del mundo: al ajenjo en Andalucía, a la Artemisia aragonensis en las islas Canarias, a la Grindelia
glutinosa o palaucupatli en México,
o a la Thuaria
chilensis en Chile.
La obtención
de la gomorresina del incienso se realiza haciendo una incisión en los troncos de los árboles de la Boswellia,
de esta manera la resina fluye, se seca al contacto con el aire y se forman
entonces pequeños granos redondeados de una coloración amarilla pálida y opaca,
de textura quebradiza y cuyo diámetro no pasa
de los 2 cm. Cuando los granos entran en contacto con el fuego se derriten, exhalando así su
exquisito aroma.
El incienso
pertenece al género botánico Boswellia;
así, tenemos en China el uso de Boswellia sacra, en Abisinia, Boswellia papirifera, en la India, Boswelia serrata, y en Oriente Medio y África del Norte, Boswelia carterii.
Historia
Acerca del nombre del incienso, los hebreos le llamaban lebonah, los griegoslibanos, los árabes luban y los romanos olibanum; en todos los idiomas significa lo mismo, esto es: ‘leche’,
por el aspecto de la resina al brotar del árbol. Sin embargo en la actualidad
se le llama incienso, nombre que deriva del vocablo latino incendoere, es decir, ‘encender’, ‘quemar’, ‘incendiar’,
‘prender fuego’, iluminar’.
Los datos arqueológicos que poseemos
sobre el incienso se remontan al Valle del Nilo:
en los templos de Deir el-Bahari se
pueden observar inscripciones con dibujos de rituales netamente esotéricos, donde son más que evidentes las nubecillas del
humo del incienso. Hace alrededor de quince siglos,
los egipcios viajaban al país de To-Nuter para buscar incienso.
Las
historias narran que el rey Rama-Ka llevó a su tienda arbolitos pequeños de
incienso, los sembró cuidadosamente a la hora precisa, bajo los augurios estelares y logró de esta forma
perfectos y esbeltos árboles de excelente madera y gomorresina. Losfenicios,
por su parte, siendo grandes navegantes y comerciantes, llevaban siempre en sus
navíos leños de incienso para comerciar con el mundo conocido. Más datos
históricos sobre el incienso se tienen a partir de los relatos de Alejandro Magno: se cuenta que al tomar la ciudad de Gaza,
acumuló entre los preciosos objetos del botín de guerra 500 talentos de
incienso y 100 de mirra.
Por su lado, Estrabón nos
narra cómo se hacían las transacciones comerciales con Arabia,
la zona del Mar Rojo y hasta China,
en búsqueda del tan preciado incienso. También Dioscórides y Plinio el Viejo citan
en sus obras acerca del auge que tuvo el incienso en los templos de los tiempos
de la Roma Imperial. Uno de los datos más notables proviene de Nerón:
se dice que habría quemado impresionantes cantidades de incienso ante el
sepulcro de Popea.
En la
mitología grecorromana también está presente el incienso: Leucótoe, la hija de Arcamo y de Eurinoma, se entregó en
amores al bello y codiciado Apolo.
Cuando Arcamo supo de tal deshonroso acontecimiento, la enterró viva llevado
por la mayor ira. Pero el diosSol, para honrar a la infeliz criatura
enterrada viva, la convirtió en un frondoso árbol de incienso. Por esto, se
tiene también que,astrológicamente, los planetas que rigen a este sagrado árbol son el
Sol y su hijo predilecto, Júpiter; por lo tanto el
signo zodiacal que le
corresponde es Leo.
Referencias bíblicas
Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento aparecen gran cantidad de menciones
sobre el incienso. Así, tenemos que en Éxodo30:1 se le indica a Moisés que
debe hacer un altar separado, de madera de acacia, para quemar incienso. Más
adelante, en Éxodo30:7 se dice textualmente: «y Aarón quemará
incienso aromático sobre él (el altar); cada mañana cuando aliste las lámparas
lo quemará». Y hasta existe una gran advertencia o sentencia en Éxodo 30:9 «No ofrecerás sobre él incienso
extraño».
Antes se han mencionado las falsificaciones y el
uso de Juniperus Lycia o Juniperus
Thurifera para remplazar al
incienso; hay que agregar además que los adulteradores siempre han tratado de
abaratar costos y se han valido aun del uso de resinas de coníferas a tal
efecto, pero así también se contamina el incienso. Hoy en día llamamos al
verdadero incienso «incienso macho», en tanto que a las adulteraciones e
inciensos artificiales les decimos «incienso hembra». Este último
carece absolutamente de funciones mágicas y sólo sirve para aromatizar un
ambiente, de la misma manera que lo hace un desodorante ambiental en aerosol.
Volviendo al Antiguo Testamento,
encontramos en el Salmo 141:2 una comparación entre el ascenso
del humo de incienso y la elevación de las plegarias: «Suba mi oración delante
de ti como el incienso». De igual forma, aparece el incienso en Deuteronomio33:10, cuando Moisés bendice
las doce tribus de Israel: «...pondrán delante de
ti y en holocausto sobre el altar». Otro dato, acerca del incienso en el Antiguo Testamento,
lo podemos leer en Levítico 16, 12-13, durante el día de la expiación: «Después
tomará un incensario lleno de brasas de fuego del altar de delante de Jehová, y sus puños llenos de perfume aromático molido, y
lo llevará detrás del velo. Y pondrá el perfume sobre el fuego delante de
Yahvé, y la nube del perfume cubrirá el propiciatorio que está sobre el
testimonio, para que no se muera».
En esta cita hay una descripción muy
interesante, ya que se dice «perfume aromático molido»: muchas son las técnicas
que utilizaban (y aun hoy utilizan) los balsameros, perfumistas y ungüentarios; algunos términos usados por ellos, a causa de la
vulgaridad y así, por ejemplo, cuando hablamos de pócima (lo cual significa estrictamente
«cocimiento» de sustancias vegetales para ser ingeridas y que posee efectos
medicinales curativos), se suele imaginar de inmediato a algún hechicero preparando algo terrible. Pero en el Antiguo Testamento bien se nombra el polvo de incienso.
En realidad la pulverización de hojas, tallos, raíces, cortezas o
gomorresinas, como en nuestro caso, sirve para fines terapéuticos, para
facilitar la ingesta y normalmente se lo encapsula, de modo tal que pase a
través del estómago sin
afectarlo y se difunda en el intestino al disolverse la cápsula, cuya función es
la de proporcionar un vehículo al polvo.
Pero en el
texto bíblico, la pulverización no significa la labor medicinal, sino ritual, a
tal efecto, pulverizar una gomorresina implica
que ésta será utilizada en perfectas y correctas proporciones. En el Nuevo
Testamento también aparece el incienso en notables acontecimientos: cuando la
visita de los Reyes Magos a Jesús recién
nacido: «Y al entrar a la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le
ofrecieron presentes: oro,
incienso y mirra».
Incienso, el símbolo del Sol y del hijo del Sol, Júpiter, el esplendor de la Luz Mayor , y la mirra, pariente
cercano del incienso, es el perfume de Hermes Trimegisto.
Una ofrenda
similar a la de los Reyes Magos, hizo el rey selúcida Seleuco II Calinico,
cuando obsequió al templo de Apolo de Miletomirra
y más de diez talentos de
incienso. Al igual que el incienso, la mirra debe ser recolectada y preparada
según los ritmos astrales, como explica Escribonio.
Tan importante ha sido considerado el incienso, que Heródoto, padre de la Historia,
nos cuenta sobre la gran derrota de los árabes frente a Darío I, y que como tributo de guerra, obligó a éstos a que
pagasen anualmente mil talentos de incienso.
El texto
citado pertenece a la narración sobre el Séptimo Sello: el número siete simboliza la organización, la
producción, el triunfo, la fecundidad. Abrir el Séptimo Sello es abrir lo que
los orientales llaman «El Loto de Mil Pétalos». El incensario de oro simboliza
el corazón del Iniciado, donde debe arder el incienso, que es servicio y amor.
El humo del incienso, es a su vez, la alegoría del servicio impersonal y
desinteresado, que lo impregna todo, y propiamente el «mucho incienso»
significa la gloria de haber obtenido una mente pura y un corazón amoroso,
devenidos del esfuerzo propio del servicio altruista.
El benjuí, llamado por Ibn Battuta «el
incienso de Java y Sumatra»,
es un aroma típico del Cuatrocento y
del Renacimiento: en el año1461 el sultán de Egipto,
Melech Elmaydi, despachó al dux de Venecia, Pascual Malispiero, un cargamento del preciado
benjuí, entre otros regalos. Otra anécdota, pero del año 1476, nos habla de un
obsequio realizado por el sultán Kaitbei de Egipto, que constaba de 15 libras de benjuí, a la bella Catarina
Cornaro, de Venecia. También del sultán Kaitbei recibiría Lorenzo el Magnífico, de Florencia,
un cargamento de benjuí como presente. Fray Zuambatista nos dice sobre el
benjuí que es uno de los sahumerios más codiciados. Y en una antigua apotheca o botica de Brunswick se mantiene la antigua tradición de
llamar al benjuí como Asa Dulcis.
Incienso y cáncer
Algunos estudios recientes llevados a cabo
en los templos budistas de Taiwán han relacionado la
quema de incienso con el riesgo de contraer cáncer, debido a los elevados niveles de benzopireno (hidrocarburo
aromático policíclico) en el humo del incienso.1 Hay que tener
presente que la cantidad de benzopireno que se puede llegar a concentrar en un
hogar donde se quemen algunas varitas o bastoncitos no tiene nada que ver con
la que se produce en un templo como el que se describe en el estudio (templo budista con mucha gente en
su interior, muy mala ventilación y donde se están quemando grandes cantidades
de incienso que llegan a impedir la visibilidad) por lo que no es posible
extrapolar el caso y serían necesarios más estudios para llegar a conclusiones
más concretas y adaptadas al uso doméstico.
La mirra (del latín myrrha,
y éste del griego μύῤῥα) es una sustancia resinosa aromática. Se
obtiene haciendo una incisión en la corteza del árbol Commiphora myrrha,
de la cual exuda una resina gomosa, de color amarillo que al secarse tiene
formas irregulares y tonalidad pardo-rojiza, crece al noreste de África, en
Arabia y Turquía.
Muy valorada
en la antigüedad, ya que era uno de los componentes para la elaboración deperfumes, incienso, ungüentos,
medicinas y para diluir tinta en los papiros. Se usaba también para embalsamar a los muertos.
Según la
tradición cristiana la mirra es uno de los regalos que los Reyes Magos ofrecieron al niño Jesús en
la Epifanía.
La mirra, en
época del imperio romano, era usada como anestésico para los moribundos o los
condenados a muerte y se solía dar mezclada con vino.
La
gomorresina se ha utilizado también como estimulante y tónico, y en la
actualidad se emplea como antiséptico en enjuagues bucales y dentífrico,
entre otros.
Esta
sustancia también tiene numerosas propiedades medicinales y se usaba para
tratar la ronquera, la disentería y como antiparasitaria. Además, Dioscórides
la menciona en su tratado "De Materia Médica" las propiedades
abortivas de la mirra.
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