PASCUA Y RESURRECCIÓN
La Pascua, también
llamada Pascua Florida, Domingo de Pascua, Domingo de Resurrección o Domingo de Gloria es
la fiesta central del cristianismo, en la que se conmemora, de acuerdo con
los evangelios canónicos, la resurrección de Jesús al tercer día
después de haber sido crucificado.
La
Pascua marca el final de la Semana Santa,
en la que se conmemora la crucifixión y muerte de Jesús. A la Semana Santa le
sigue un período de cincuenta días llamado tiempo, que termina con el Domingo de Pentecostés.
El
Domingo de Pascua es una fiesta móvil, lo que significa que no se fija en
relación al calendario civil. El Primer Concilio de Nicea (año 325) estableció la fecha
de la Pascua como el primer domingo después de la luna llena tras el equinoccio de
primavera en el hemisferio norte. La fecha por tanto, varía entre el 22 de marzo y el 25 de abril. El cristianismo oriental basa sus cálculos en el calendario juliano, por lo que su fecha se
sitúa entre el 4 de abril y 8 de mayo.
Durante
este día se celebran en distintos lugares del mundo procesiones
religiosas, así como celebraciones litúrgicas. Las costumbres del Domingo de
Resurrección varían en todo el mundo cristiano, pero la decoración de los huevos de Pascua es algo común en el mundo occidental.
Etimología
El término español «pascua»
proviene del latín páscae, que a su vez proviene del griego πάσχα (pasja), una adaptación del hebreo פסח(pésaj), que significa ‘paso’.
Origen
Los primeros cristianos que
eran judíos celebraban la Pascua de Resurrección a la par cronológica que la
Pascua judía, hasta que el Primer Concilio de Nicea (en 325 d.C.) separó la celebración de
la Pascua judía de la cristiana, quitando a esta los elementos hebreos. Pero
dejaron el carácter móvil de la fiesta recordando que Cristo resucitó en la Pascua hebrea. Hoy día
la Iglesia católica mantiene el carácter móvil de la fecha de Pascua.
Esta
fiesta determina el calendario móvil de otras fiestas: así la Ascensión (el ascenso de Jesús al cielo) se
celebra 40 días después de Pascua, y Pentecostés 10 días después de la Ascensión.
La semana anterior a la Pascua de Resurrección es la Semana Santa,
que comienza con el Domingo de Ramos (que conmemora la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén).
La Octava de Pascua (popularmente conocida como «semana de Pascua») es la
semana que sucede a este Domingo de Pascua (o Domingo de Resurrección). El tiempo pascual o tiempo de Pascua designa, en la liturgia católica, las semanas que van desde el
Domingo de Resurrección hasta el de Pentecostés.
La
expresión «pascua» remite principalmente a la fiesta de la Resurrección, que
también es llamada a veces «pascua florida», pero también se usa para referirse
a otras tres celebraciones cristianas: la Navidad (25 de diciembre),
la Epifanía o Adoración de los Magos (6 de enero)
y Pentecostés,
la venida del Espíritu Santo (cincuenta días después de la Resurrección). En
Chile y Cuba, el término Pascua se aplica coloquialmente a la Navidad, mientras que a la
Pascua se le llama «Pascua de Resurrección».
Significado teológico
El Nuevo Testamento enseña que la resurrección de Jesús,
que celebra la Pascua, es fundamento de la fe cristiana. La resurrección estableció a Jesús
como el Hijo de Dios y se cita como prueba de que Dios juzgará al mundo con
justicia. Dios ha dado a los cristianos "un nuevo nacimiento a una
esperanza viva por la resurrección de Jesucristo de entre los muertos".
Los cristianos, por la fe en el poder de Dios han de discernir espiritualmente
con Jesús resucitado, para que se puede caminar en una nueva forma de vida.
La
Semana Santa, y la Pascua en particular, está ligada a través de la última cena y la crucifixión de Jesús a la Pésaj (Pascua Judía) y al Éxodo del pueblo hebreo narrado en el Antiguo Testamento. De acuerdo con las
escrituras, Jesús, mientras preparaba a sus discípulos y a él mismo para su
muerte durante la última cena, dio a la cena de Pascua un nuevo significado. Él
identificó el pan y la copa de vino como su cuerpo antes de ser sacrificado y su
sangre derramada. El apóstol Pablo,
sobre la celebración de la Pascua dice: "Despójense de la vieja levadura,
para ser una nueva masa, ya que ustedes mismos son como el pan sin levadura.
Porque Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado. Celebremos, entonces, nuestra
Pascua, no con la vieja levadura de la malicia y la perversidad, sino con los
panes sin levadura de la pureza y la verdad".
Práctica religiosa
Iglesia católica y cristianismo occidental
La celebración de la
Pascua de Resurrección se presenta de diferentes formas entre los cristianos
occidentales. La práctica litúrgica tradicional, tal como se practica entre los católicos y algunos luteranos y anglicanos,
se inicia en la noche del Sábado Santo con la Vigilia Pascual.
Así pues, la liturgia más importante del año se inicia con la bendición del
fuego pascual en la oscuridad total, la iluminación del Cirio Pascual (símbolo de Cristo resucitado) y el
canto del Exultet,
o pregón pascual, atribuido a san Ambrosio de Milán.
Después
se leen numerosas lecturas del Antiguo Testamento: pasajes como las historias de la
creación, el sacrificio de Isaac, el
cruce del Mar Rojo y la anunciada venida del Mesías. Esta
parte del servicio religioso culmina con el canto del Gloria y
del Aleluya y con la proclamación de la
resurrección según el Evangelio.
En
ese momento, y dependiendo la costumbre local, se pueden tocar las campanas de
los templos y
encender las luces. A continuación, la atención se desplaza desde el altar a la pila bautismal.
Antiguamente, la Pascua se consideraba el momento ideal para que los conversos
recibieran el bautismo, y esta práctica
continúa dentro de la Iglesia católica y la Iglesia anglicana. Si hay bautizos
en este momento o no, es tradicional que la congregación a renovar los votos de
su fe bautismal. Este acto es a menudo sellado por la aspersión de la
congregación con el agua bendita. El sacramento católico de la Confirmación también puede ser celebrado durante la Vigilia.
En
general, las misas se celebran como de costumbre, pero de manera más solemne y
festiva, con abundantes instrumentos musicales y arreglos corales, incienso, y
un reiterativo Aleluya que se verá en el Salmo que se canta ese día, en la propia
aclamación al Evangelio. La Vigilia Pascual concluye con la celebración de la
Eucaristía (conocida en algunas tradiciones como la Sagrada Comunión).
Como
algunas diferencias, ciertas iglesias prefieren mantener esta vigilia desde muy
temprano en la mañana del domingo en vez del sábado por la noche, las iglesias
protestantes en especial, para reflejar el relato del evangelio de las mujeres
que acuden a la tumba al amanecer del primer día de la semana.
En países hispanos, y en particular en España,
se celebran procesiones poniendo un punto final a la celebración de la Semana Santa. Muchas
de ellas tienen como punto más destacado el Encuentro entre las imágenes de la Virgen y Cristo Resucitado.
En
Filipinas, de religión predominantemente católica romana, la mañana de Pascua
(conocido en el idioma nacional como "Pasko ng Pagkabuhay Muling" o
la Pascua de la Resurrección) está marcada con una celebración de gozo, al
amanecer, en la que grandes estatuas de Jesús y María son llevadas en procesión
para encontrarse, imaginando la primera reunión de Jesús y su madre, María,
después de la Resurrección de Jesús. Esto es seguido por una alegre misa de
Pascua.
En la cultura polaca, se
celebra la Rezurekcja
(procesión de Resurrección) en una alegre Misa de Pascua por la mañana, al
amanecer, cuando las campanas suenan y se tiran petardos para
conmemorar la resurrección de Cristo sobre la muerte. Antes de que comience la
misa al amanecer, una procesión festiva lleva el Santísimo
Sacramento bajo un
palio rodea a la iglesia. Dentro del templo, las campanas replican y son
agitadas vigorosamente por monaguillos, y el aire se llena de incienso. Otra
tradición polaca de Pascua es la denominada Święconka, la bendición de las
cestas de Pascua por el sacerdote de la parroquia el Sábado Santo. Esta
costumbre se celebra no sólo en Polonia, sino también en los Estados Unidos por
los ciudadanos de ascendencia polaca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario