JORNADA MUNDIAL DE LAS MISIONES (AY DE MI, SI NO EVANGELIZO)
Anunciar el Evangelio es un deber de todo bautizado, pues una vez se ha recibido el anuncio de Jesucristo, que da sentido a nuestra vida, esta adquiere un sabor diferente, ya que descubre la riqueza de la Salvación que Dios le otorga y al mismo tiempo experimenta la alegría del encuentro con Cristo que le impulsa a evangelizar, Ya lo dice el mismo apóstol San Pablo: ''Ay de mi, si no evangelizo'' (1 Corintios 9, 16). Esta debe ser la conciencia de quienes han recibido el mensaje del Evangelio: además, para un mejor anuncio se debe ir a todas las periferias existenciales (como bien nos lo recuerda el Papa Francisco).
Durante este mes de octubre se celebra el Sínodo de la Juventud en Roma: con ocasión de este acontecimiento eclesial, en el mensaje para la Jornada Mundial de las Misiones 2018. el Papa nos recuerda que ''la fe cristiana debe permanecer siempre joven'', es decir, con aquella misma vitalidad y fuerza con la que la hemos recibido. Por eso, nadie puede considerarse excluido de la de tener un corazón joven para anunciar a Cristo, pues la juventud, mas que en la edad cronológica, se lleva en el espíritu, sobre todo cuando se esta en una profunda sintonìa con el Espíritu de Dios, que rejuvenece todas las cosas y las impulsa con un nuevo dinamismo.
Este mismo impulso del Espíritu nos dice nos debe mover a Evangelizar, buen lo señala el Papa en el mensaje para la Jornada Mundial de las Misiones: ''Esta transmisión de la fe, corazón de la misión de la Iglesia, se realiza por el ''contagio'' del amor, en el que la alegría y el entusiasmo expresan el descubrimiento del sentido y la plenitud de la vida. La propagación de la fe por atracción exige corazones abiertos, dilatados por el amor. No se puede poner limites al amor: fuerte como la muerte es el amor (cf. Ct 8,6). Y esa expansión crea el encuentro, el testimonio, el anuncio; produce la participación en la caridad con todos los que están alejados de la fe y se muestran ante ella indiferentes, a veces opuestos y contrarios. Ambientes humanos, culturales y religiosos todavía ajenos al Evangelio de Jesús y a la presencia sacramental de la Iglesia representan las extremas periferias, ''los confines de la tierra'', hacia donde sus discípulos misioneros son enviados, desde la Pascua de Jesús, con la certeza de tener siempre con ellos a su Señor (cf. Mateo 28,20; Hechos 1,8). En esto consiste lo que llamamos missio ad gentes. La periferias màs desolada de la humanidad necesitada de Cristo es la indiferencia hacia la fe o incluso el odio contra la plenitud divina de la vida. Cualquier pobreza material y espiritual, cualquier discriminación de hermanos y hermanas es siempre consecuencia del rechazo a Dios y a su amor''.
Todos los cristianos debemos ser conscientes de la necesidad de anunciar el Evangelio en aquellos ambientes y lugares donde todavía no se ha dado un encuentro con Cristo Vivo, no solo por desconocimiento del Mensaje, sino también porque tal vez muchos corazones permanezcan indiferentes con Él después de haber escuchado el primer anuncio. Es por esto que todo bautizado debe renovar su fe mediante la apertura gozosa a la acción del Espíritu, que nos mueve a dar testimonio de ese encuentro con Cristo Vivo.
Solamente un corazón lleno de alegría por el encuentro con el Señor será un corazón que irradie y contagie a los demás de la luz de Cristo que habita en su interior, pues seria imposible que una persona llena de Dios no contagie de esa Presencia a aquellos con quienes día a día se encuentra. De ahí que el Papa nos exhorta a que este anuncio lo hagamos mediante un buen uso de las redes sociales y la tecnología, medios muy útiles para acercar a los màs alejados e indiferentes, ya que mediante una buena creatividad y con el único deseo de anunciar el Evangelio será posible llegar a muchos lugares y personas que por diversas circunstancias no pueden entrar en contacto físico con nosotros, pero que mediante el uso de las TICs pueden interactuar para ser interlocutoras del Mensaje de Cristo.
Para realizar el anuncio de Cristo a través de las redes sociales, es necesario que el bautizado sea consciente de que el único interés es el anuncio gozoso y no buscar intereses personales o caer en el encanto de quedarse solo en lo llamativo de los medios, con lo cual pierde la oportunidad de poder acercar aquellos corazones que tienen el deseo de conocer la belleza del Evangelio. En ese sentido, el Papa Francisco nos recuerda que si no hay una vida comprometida con la causa de Cristo, podemos navegar en las redes y los medios digitales, pero sin lograr llevar el Mensaje de la Buena Noticia a aquellos que esperan ansiosos que se les anuncia la Palabra que da Vida y que ilumina el camino el camino del hombre.
Pero, además del anuncio explicito de Cristo, durante este mes de octubre podemos intensificar nuestra oración por las misiones, al igual que hacer una contribución económica para ayudar en la colecta del DOMUND, de la que se encarga la Pontificia Obra de la Propagación de la Fe y que se distribuye entre aquellos lugares de misión que màs necesitan de esa contribución, Que este mes misionero sea la oportunidad para renovar nuestra fe y recordar que el mandato misionero de Cristo de '' ir, y hacer discípulos a todas las gentes'' (Mateo 28, 19) es para todos los bautizados, hombres y mujeres de buena voluntad que se sientan contagiados por el amor de Cristo que nos impulsa a darlo a conocer.
Durante este mes de octubre se celebra el Sínodo de la Juventud en Roma: con ocasión de este acontecimiento eclesial, en el mensaje para la Jornada Mundial de las Misiones 2018. el Papa nos recuerda que ''la fe cristiana debe permanecer siempre joven'', es decir, con aquella misma vitalidad y fuerza con la que la hemos recibido. Por eso, nadie puede considerarse excluido de la de tener un corazón joven para anunciar a Cristo, pues la juventud, mas que en la edad cronológica, se lleva en el espíritu, sobre todo cuando se esta en una profunda sintonìa con el Espíritu de Dios, que rejuvenece todas las cosas y las impulsa con un nuevo dinamismo.
Este mismo impulso del Espíritu nos dice nos debe mover a Evangelizar, buen lo señala el Papa en el mensaje para la Jornada Mundial de las Misiones: ''Esta transmisión de la fe, corazón de la misión de la Iglesia, se realiza por el ''contagio'' del amor, en el que la alegría y el entusiasmo expresan el descubrimiento del sentido y la plenitud de la vida. La propagación de la fe por atracción exige corazones abiertos, dilatados por el amor. No se puede poner limites al amor: fuerte como la muerte es el amor (cf. Ct 8,6). Y esa expansión crea el encuentro, el testimonio, el anuncio; produce la participación en la caridad con todos los que están alejados de la fe y se muestran ante ella indiferentes, a veces opuestos y contrarios. Ambientes humanos, culturales y religiosos todavía ajenos al Evangelio de Jesús y a la presencia sacramental de la Iglesia representan las extremas periferias, ''los confines de la tierra'', hacia donde sus discípulos misioneros son enviados, desde la Pascua de Jesús, con la certeza de tener siempre con ellos a su Señor (cf. Mateo 28,20; Hechos 1,8). En esto consiste lo que llamamos missio ad gentes. La periferias màs desolada de la humanidad necesitada de Cristo es la indiferencia hacia la fe o incluso el odio contra la plenitud divina de la vida. Cualquier pobreza material y espiritual, cualquier discriminación de hermanos y hermanas es siempre consecuencia del rechazo a Dios y a su amor''.
Todos los cristianos debemos ser conscientes de la necesidad de anunciar el Evangelio en aquellos ambientes y lugares donde todavía no se ha dado un encuentro con Cristo Vivo, no solo por desconocimiento del Mensaje, sino también porque tal vez muchos corazones permanezcan indiferentes con Él después de haber escuchado el primer anuncio. Es por esto que todo bautizado debe renovar su fe mediante la apertura gozosa a la acción del Espíritu, que nos mueve a dar testimonio de ese encuentro con Cristo Vivo.
Solamente un corazón lleno de alegría por el encuentro con el Señor será un corazón que irradie y contagie a los demás de la luz de Cristo que habita en su interior, pues seria imposible que una persona llena de Dios no contagie de esa Presencia a aquellos con quienes día a día se encuentra. De ahí que el Papa nos exhorta a que este anuncio lo hagamos mediante un buen uso de las redes sociales y la tecnología, medios muy útiles para acercar a los màs alejados e indiferentes, ya que mediante una buena creatividad y con el único deseo de anunciar el Evangelio será posible llegar a muchos lugares y personas que por diversas circunstancias no pueden entrar en contacto físico con nosotros, pero que mediante el uso de las TICs pueden interactuar para ser interlocutoras del Mensaje de Cristo.
Para realizar el anuncio de Cristo a través de las redes sociales, es necesario que el bautizado sea consciente de que el único interés es el anuncio gozoso y no buscar intereses personales o caer en el encanto de quedarse solo en lo llamativo de los medios, con lo cual pierde la oportunidad de poder acercar aquellos corazones que tienen el deseo de conocer la belleza del Evangelio. En ese sentido, el Papa Francisco nos recuerda que si no hay una vida comprometida con la causa de Cristo, podemos navegar en las redes y los medios digitales, pero sin lograr llevar el Mensaje de la Buena Noticia a aquellos que esperan ansiosos que se les anuncia la Palabra que da Vida y que ilumina el camino el camino del hombre.
Pero, además del anuncio explicito de Cristo, durante este mes de octubre podemos intensificar nuestra oración por las misiones, al igual que hacer una contribución económica para ayudar en la colecta del DOMUND, de la que se encarga la Pontificia Obra de la Propagación de la Fe y que se distribuye entre aquellos lugares de misión que màs necesitan de esa contribución, Que este mes misionero sea la oportunidad para renovar nuestra fe y recordar que el mandato misionero de Cristo de '' ir, y hacer discípulos a todas las gentes'' (Mateo 28, 19) es para todos los bautizados, hombres y mujeres de buena voluntad que se sientan contagiados por el amor de Cristo que nos impulsa a darlo a conocer.
Pbro. Ramiro Lopez Montoya
Departamento de Animación Misionera
Conferencia Episcopal de Colombia.
FOTO EVIDENCIA DOMUND 2018
TESALIA HUILA
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