Santa
Lucía de Siracusa
Santa Lucía (Siracusa, 283 -
ibídem, 304) fue una mártir cristiana que padeció durante la Persecución de
Diocleciano. Es venerada en la Iglesia católica, ortodoxa y luterana.
Vida
Nacida en Siracusa, ciudad de
la provincia romana de Sicilia, de acuerdo con la tradición Lucía era de padres
nobles y ricos, hija de Eutiquia; del padre se dice que murió cuando Lucía era
joven. Probablemente se llamaba Lucio, dada la costumbre romana de poner a las
hijas el nombre del padre. Según algunos, está inspirado en el texto paulino,
«Los hijos de la luz». Lucía ciertamente significa "Luz para el
mundo". Fue educada en la fe cristiana. Consagró su vida a Dios e hizo un
voto de virginidad. Su madre que estaba enferma, la comprometió a casarse con
un joven pagano y ella, para librarse de ese compromiso, la persuadió para que
fuese a rezar a la tumba de Águeda de Catania a fin de curar su enfermedad.
Como su madre sanó, Lucía le pidió que la liberara del compromiso, le dejara
consagrar su vida a Dios y donara su fortuna a los más pobres. Su madre
accedió. Pero su pretendiente la acusó ante el procónsul Pascasio debido a que
era cristiana, en tiempos del emperador Diocleciano.
Martirio
y muerte
Cuando Lucía fue arrestada
bajo la acusación de ser una cristiana, Pascasio le ordenó sacrificar a los
dioses. Entonces Lucía dijo: "Sacrificio puro delante de Dios es visitar a
las viudas, los huérfanos y los peregrinos que pagan en la angustia y en la
necesidad, y ya es el tercer año que me ofrecen sacrificios a Dios en
Jesucristo entregando todos mis bienes." Irritado Pascasio por lo que dijo
Lucía, ordenó a sus soldados a que la llevaran a un lupanar para que la
violaran y luego se dirigió a Lucía diciéndole: "Te llevaré a un lugar de
perdición así se alejará el Espíritu Santo". Los soldados la tomaron para
llevársela, pero por más que se esforzaban no podían con ella, probaron también
atarla con cuerdas, en las manos y en los pies, pero por más que se esforzaban
no podían. Inexplicablemente la muchacha permanecía rígida como una gran
piedra. Pascacio al enterarse de lo sucedido, acusa a Lucía de brujería y por
esa razón fue llevada a la hoguera, pero el fuego no le hizo daño alguno. Al
ver esto, ordenó a que le sacaran los ojos, pero a pesar de estar ciega siguió
viendo. Pascasio furiosamente la condenó a ser decapitada.
Martirio
y muerte
Cuando Lucía fue arrestada
bajo la acusación de ser una cristiana, Pascasio le ordenó sacrificar a los
dioses. Entonces Lucía dijo: "Sacrificio puro delante de Dios es visitar a
las viudas, los huérfanos y los peregrinos que pagan en la angustia y en la
necesidad, y ya es el tercer año que me ofrecen sacrificios a Dios en
Jesucristo entregando todos mis bienes." Irritado Pascasio por lo que dijo
Lucía, ordenó a sus soldados a que la llevaran a un lupanar para que la
violaran y luego se dirigió a Lucía diciéndole: "Te llevaré a un lugar de
perdición así se alejará el Espíritu Santo". Los soldados la tomaron para
llevársela, pero por más que se esforzaban no podían con ella, probaron también
atarla con cuerdas, en las manos y en los pies, pero por más que se esforzaban
no podían. Inexplicablemente la muchacha permanecía rígida como una gran
piedra. Pascacio al enterarse de lo sucedido, acusa a Lucía de brujería y por
esa razón fue llevada a la hoguera, pero el fuego no le hizo daño alguno. Al
ver esto, ordenó a que le sacaran los ojos, pero a pesar de estar ciega siguió
viendo. Pascasio furiosamente la condenó a ser decapitada.
Final
de su martirio
El 13 de diciembre de 304
Lucía sintió que su martirio estaba finalizando y que había llegado elser una
cristiana, Pascasio le ordenó sacrificar a los dioses. Entonces Lucía dijo:
"Sacrificio puro delante de Dios es visitar a las viudas, los huérfanos y
los peregrinos que pagan en la angustia y en la necesidad, y ya es el tercer
año que me ofrecen sacrificios a Dios en Jesucristo entregando todos mis
bienes." Irritado Pascasio por lo que dijo Lucía, ordenó a sus soldados a
que la llevaran a un lupanar para que la violaran y luego se dirigió a Lucía
diciéndole: "Te llevaré a un lugar de perdición así se alejará el Espíritu
Santo". Los soldados la tomaron para llevársela, pero por más que se
esforzaban no podían con ella, probaron también atarla con cuerdas, en las
manos y en los pies, pero por más que se esforzaban no podían.
Inexplicablemente la muchacha permanecía rígida como una gran piedra. Pascacio
al enterarse de lo sucedido, acusa a Lucía de brujería y por esa razón fue
llevada a la hoguera, pero el fuego no le hizo daño alguno. Al ver esto, ordenó
a que le sacaran los ojos, pero a pesar de estar ciega siguió viendo. Pascasio
furiosamente la condenó a ser decapitada.
Final
de su martirio
Día de conmemoración momento
de confesar su amor a Jesucristo. Ella se arrodilló preparada para su golpe
mortal. Pero primero quería hablar con la multitud que, mientras tanto, se
habían reunido a su alrededor: La persecución de los cristianos está
terminando, la paz para la Iglesia era inminente y la caída del emperador
Diocleciano. Les recordó que Siracusa siempre sería un honor, así como su
veneración a Águeda de Catania. Cuando hubo terminado de hablar, le cortaron la
cabeza. Fue sepultada en el mismo lugar donde, en el año 313, fue construido un
Santuario dedicado a ella. Según la tradición divulgaron su historia por toda
Sicilia especificando “consagró su virginidad con el martirio, pues a Dios agrada tu pureza y santidad”.
Es la patrona de la vista debido a una leyenda en la Edad
Media que decía que, cuando Lucía estaba en el tribunal, aun sin ojos, seguía
viendo. También es patrona de los pobres, los ciegos, de los niños enfermos y
de las ciudades de Siracusa y Venecia. También es patrona de los campesinos,
electricistas, choferes, fotógrafos, afiladores, cortadores, cristaleros,
sastres y escritores.
Durante la Edad Media, debido al retraso acumulado por el
Calendario Juliano, la festividad de Lucía coincidía con el solsticio de
invierno y, por tanto, el día más corto del año. El nombre de la santa, que
significa la que porta luz y la fecha en que se conmemoraba su martirio,
explicarían el origen de esa leyenda posterior sobre sus ojos.
Día de
conmemoración
Desde tiempos inmemorables se
ha tenido a Santa Lucía como patrona de los ciegos y abogada de problemas de la
vista. Sus devotos como agradecimiento de curaciones le ofrecen como exvoto
ojos de oro o plata. Las Iglesias católica, ortodoxa y luteranas escandinavas
celebran su fiesta el día 13 de diciembre.
Iconografía
Se le representa normalmente con una espada que le
atraviesa el cuello, una palma, un libro, una lámpara de aceite y en ocasiones
también con dos ojos en un plato.
Veneración
de sus restos
Según la leyenda, el General Bizantino Jorge Mariace
transfiere el cuerpo de Santa Lucía de Siracusa a Constantinopla (1039), para
alejarla del período de invasión de la ciudad de Siracusa por parte de los
Sarracenos. Durante la cuarta cruzada (1204), el duque de Venecia Enrique
Dandolo, encuentra en Constantinopla los restos de la Santa, los lleva a
Venecia al monasterio de San Jorge, y en el 1280, los hace transferir a la
Iglesia dedicada a ella en Venecia.
Santa Lucía salvó muchas veces a Siracusa en momentos
dramáticos como hambre, terremotos, guerras y ha intervenido también en otras
ciudades como Brescia que, gracias a su intercesión, fue liberada de una gran
miseria. En 1955, por expreso deseo del Patriarca Cardenal Roncalli (futuro
Juan XXIII), el rostro de la santa fue cubierto con una máscara de plata.
El sarcófago de cristal expuesto bajo el altar, se
encuentra en la Iglesia de los Santos Geremias y Lucía. En muchos mapas y
planos de Venecia, la Iglesia figura sólo con el nombre de San Geremia, en la
plaza del mismo nombre. Los restos de la santa fueron trasladados a esta
iglesia en 1861, cuando la dedicada a ella fue demolida para construir la
estación de tren, que lleva por ello su mismo nombre y su velación fue en San
Vicente de Paul de Faseras
Fiesta
de Santa Lucía en Suecia, Dinamarca, Finlandia y Colombia.
Debido a una fiesta cuyos
orígenes se remontan a la edad media, iniciada en los siglos XVI y XVII en
Suecia y en partes de Finlandia, al comienzo de la temporada de adviento se
comenzó a celebrar formalmente en Estocolmo una fiesta, en la que se come y
bebe. Hoy en día, en la mañana del 13 de diciembre, las niñas se visten de
"Lucia" (llevando un vestido blanco largo y una corona de siete velas
en la cabeza) y los niños de "stjärngossar" ("chicos con
estrellas", debido al sombrero puntiagudo decorado con estrellas que
usan). Las familias hornean pastelitos (llamados "lussekatter",
"gatos de Lucía" y decorados a veces con forma de ojos) y se los
comen, después de cantar canciones tradicionales. Se presentan los pastelitos
también a los maestros de escuela, jueces y políticos de la región para
desearles suerte y que sean justos en sus labores. Una chica en particular es
elegida como "Reina de Lucía de Suecia" (Sveriges Lucia) y se la
corona el 13 de diciembre en Skansen. En Colombia el santuario se encuentra en
Ambalema Tolima y en él todos los 13 de diciembre se reúne una gran cantidad de
peregrinos de todas partes del mundo que llegan a pagar sus promesas; la
celebración se inicia desde el día anterior con la tradicional balsada, y
juegos pirotécnicos; las eucaristías el día 13 inician a las 5 a.m.
haití mola mazo
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