En julio de 1986 San Juan Pablo II estuvo en Colombia y en la ciudad de Cali, se reuniò con los niños de la Infancia Misionera de aquel tiempo, eran momentos muy difíciles en nuestros paìs, por la violencia de la guerrilla, el narcotráfico y los desastres naturales.
El Santo Papa, les dijo a los niños, que ellos son sus pequeños colaboradores y que con: la oraciòn, el buen comportamiento con la familia y sus compañeros y la limosna, trabajando juntos, asì se formarà una gran cadena de amor y fraternidad, en la que se unan las personas y asì se trabajarà por la paz.
Es el llamado a todos los niños y adolescentes que formamos parte de esta gran Obra Misional Pontificia y de este hermoso paìs, Colombia. Construir la paz es nuestro deber, esta paz la debemos ayudar a construir en colegios y escuelas, en los barrios y en nuestras familia.
Los niños, niñas y adolescentes de la Infancia Misionera. somos constructores de paz, no es hacer cosas extraordinarias, es hacer lo ordinario, extraordinariamente bien hecho.
Como nos lo dijo San Juan Pablo II, construir la paz, primero con la Oraciòn.
'' Señor danos ideas, ilumìnanos con tu Espìritu Santo, para ser creativos, dinàmicos, activos, alegres y felices, constructores de paz''
''Señor ayùdanos a buscar màs lo que nos une, que lo que no separa''.
Es saber que no tengo enemigos, y aunque haya personas que no me caen bien, con ellos debo tener una actitud de respeto, de saber trabajar en equipo. Que cuando existían diferencias podremos dialogar, que la violencia, gritos, groserías y golpes nunca son una salida para solucionar los problemas. Un niño de la Infancia Misionera debe ser este año en su colegio y familia un constructor de paz, en cosas tan concretas como si hay niños golpeàndose, no les deben hacer barra; sino separarlos, sentarnos y buscar una solución.
Un niño de la Infancia Misionera, harà la promesa de nunca burlarse de sus compañeros, los defenderá y protegerà, les ayudarà a ser valientes frente a los momentos difíciles, a ejemplo de Santo Domingo Savio.
Un niño de la Infancia Misionera, no debe permitir que sus padres o hermanos se falten al respeto, debe intermediar y construir la paz en su propia casa, llamándolos al diàlogo.
Es saber que todo lo material que tengo es un regalo de Dios a travès del trabajo y esfuerzo de nuestros padres; y que cuando lo compartimos estamos tambièn construyendo la paz. Esta limosna es dar de lo que tenemos, pero tambièn es conseguir recursos para que otros tengan lo necesario.
En muchas parroquias y colegios los niños de la Infancia Misionera, venden los domingos empanadas, tinto, tamales, galletas y con ese dinero, no se van a pasear; sino que ayudan para que niños màs pobres puedan tener cuadernos, esferos para estudiar, ropa para vestirse y colaboran con la colecta de las misiones para que los niños màs lejanos puedan conocer el amor de Jesùs.
Los niños de la Infancia somos constructores de paz y por eso somos hijos de Dios Envìamos tus fotos, historias y proyectos de tu grupo durante este año, y enséñanos còmo seràn constructores de paz.
CONSTRUIR LA PAZ
Es el llamado a todos los niños y adolescentes que formamos parte de esta gran Obra Misional Pontificia y de este hermoso paìs, Colombia. Construir la paz es nuestro deber, esta paz la debemos ayudar a construir en colegios y escuelas, en los barrios y en nuestras familia.
Los niños, niñas y adolescentes de la Infancia Misionera. somos constructores de paz, no es hacer cosas extraordinarias, es hacer lo ordinario, extraordinariamente bien hecho.
Como nos lo dijo San Juan Pablo II, construir la paz, primero con la Oraciòn.
ORAR ES HABLAR CON DIOS, ES DECIRLE:
'' Señor danos ideas, ilumìnanos con tu Espìritu Santo, para ser creativos, dinàmicos, activos, alegres y felices, constructores de paz''
''Señor ayùdanos a buscar màs lo que nos une, que lo que no separa''.
CONSTRUIR LA PAZ, CON NUESTRO BUEN COMPORTAMIENTO, EN LA CASA Y CON LOS OTROS.
Es saber que no tengo enemigos, y aunque haya personas que no me caen bien, con ellos debo tener una actitud de respeto, de saber trabajar en equipo. Que cuando existían diferencias podremos dialogar, que la violencia, gritos, groserías y golpes nunca son una salida para solucionar los problemas. Un niño de la Infancia Misionera debe ser este año en su colegio y familia un constructor de paz, en cosas tan concretas como si hay niños golpeàndose, no les deben hacer barra; sino separarlos, sentarnos y buscar una solución.
Un niño de la Infancia Misionera, harà la promesa de nunca burlarse de sus compañeros, los defenderá y protegerà, les ayudarà a ser valientes frente a los momentos difíciles, a ejemplo de Santo Domingo Savio.
Un niño de la Infancia Misionera, no debe permitir que sus padres o hermanos se falten al respeto, debe intermediar y construir la paz en su propia casa, llamándolos al diàlogo.
CONSTRUIR LA PAZ, CON NUESTRA LIMOSNA
Es saber que todo lo material que tengo es un regalo de Dios a travès del trabajo y esfuerzo de nuestros padres; y que cuando lo compartimos estamos tambièn construyendo la paz. Esta limosna es dar de lo que tenemos, pero tambièn es conseguir recursos para que otros tengan lo necesario.
En muchas parroquias y colegios los niños de la Infancia Misionera, venden los domingos empanadas, tinto, tamales, galletas y con ese dinero, no se van a pasear; sino que ayudan para que niños màs pobres puedan tener cuadernos, esferos para estudiar, ropa para vestirse y colaboran con la colecta de las misiones para que los niños màs lejanos puedan conocer el amor de Jesùs.
Los niños de la Infancia somos constructores de paz y por eso somos hijos de Dios Envìamos tus fotos, historias y proyectos de tu grupo durante este año, y enséñanos còmo seràn constructores de paz.
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