LOS SUCESORES DE SAN PEDRO
MOTIVACIÓN
Hermanos, meditar sobre la vida apostólica es reflexionar sobre el cimiento que tiene nuestra Iglesia; las bases sólidas sobre las que Jesús ha querido edificar a su pueblo. Cuando conocemos esta base, aprendemos a amar más nuestra Iglesia, la familia de los hijos de Dios.
Estamos ante un taller espiritual, por lo cual lo importante es la vivencia, no tanto los aspectos teológicos, sin quitarle la gran importancia que tienen. Recordemos las dos fiestas de apóstoles que celebramos en este mes; Santo Tomàs y San Santiago.
DESARROLLO DEL TEMA
Cuando Jesús le dice a Pedro que sobre él (roca) edificará la Iglesia, quiere indicar que le dará la seguridad, firmeza, garantía (Mt 16, 18). No es lo mismo una roca que una piedra. Hay rocas muy grandes, que sirven para construir sobre ellas algo significativo. La roca es signo de firmeza y seguridad; por lo tanto, que la fe de Pedro sea la ''roca'' sobre la que se edifica la Iglesia, significa que todos los que crean en el Señor deben edificarse sobre la firmeza de Pedro. Esta misión en la persona de Pedro la reciben los demás apóstoles. He aquí el punto en el que queremos centrar nuestra atención.
La Sucesión Apòstolica, es decir, lo que los apóstoles fueron transmitiendo, fue el medio por el que el Señor conservó la fe, En el Canon Romano se menciona parte de esta Sucesión apostólica: ''Lino, Cleto, Clemente, Sixto, Cornelio, Cipriano, Lorenzo, Crisògono, Juan, Pablo, Cosme y Damiàn''. Si continuamos la lista, esta sucesión llegará hasta los Papas que más conocemos: Juan XIII, Pablo VI, Juan Pablo I, Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco. Una sucesión que no se ha interrumpido y que por lo tanto, se conserva fiel a su fundamento.
Lo que Jesús encomienda a Pedro es lo que han hecho los Papas a lo largo de la historia. Cada uno de según las condiciones propias de su momento, pero siempre defendiendo la fe, protegiendo la Iglesia, asegurando lo básico para los creyentes, La misión es la de ''conservar las llaves'': '' Te daré las llaves del Reino de los cielos''. (Mateo 16, 19) simboliza la autoridad, por eso, todo lo que se abra (se desate) o se cierre (se ate) quedará de igual forma realizado en el Cielo.
La Iglesia, por medio de los apóstoles, que son sus grandes columnas, desea darnos el alimento que se le ha encomendado, de manera que nuestra vida de fe también se construya sobre la firmeza de la ''roca'' de la fe de Pedro. Esta unidad permite que la Iglesia, aun cuando es diversa y tiene muchos carismas, sea una sola, pues '' es una sola fe, un solo Bautismo, un solo Señor'' (Efesios 4, 5-7). ¿Por qué las familias hoy en día se ven más desunidas que antes? Porque dejan entrar mentalidades extrañas que no les aportan y olvidan fundamentarse en los verdaderos principios cristianos. Si dejamos perder las tradiciones, perderemos nuestra propia identidad, aquello que nos identifica.
El Papa, los obispos y los sacerdotes serán los encargados de mantener, cuidar y proteger esa sucesión apostólica, y con ellos, todos los bautizados con nuestra oración y servicio. El Papa confía en los obispos, y estos sacerdotes, y asì, junto a la otra gran fuerza de la Iglesia, la Vida Consagrada, todos vamos construyendo esa Iglesia, pero acorde al deseo de Jesús, no a los caprichos de los seres humanos.
PARA REFLEXIONAR
1. En el Credo profeso que '' crea en la Iglesia apostólica''. ¿Cómo entiendo y vivo esta parte del Credo?
2. ¿Qué sentido la encuentras a la misión del Papa en este siglo XXI?
3. Como ''rocas firmes'', ¿Qué crees que debemos aportarle al mundo, desde nuestra Iglesia Católica?
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