domingo, 27 de septiembre de 2015

SEGUIDORES DEL MAESTRO

MARÍA DA GRACIAS A DIOS CON UN CANTO


''Entonces Marìa dijo: Mi alma glorifica al Señor, y mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador, porque ha mirado la humildad de su sierva. Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque ha hecho en mi cosas grandes el poderoso. Su nombre es santo, y su misericordia es eterna con aquellos que le honran. Actuó con la fuerza de su brazo y dispersó a los de corazón  soberbio. Derribó de sus tronos a los poderosos y engrandeció a los humildes.  Colmó de bienes a los hambrientos, y a los ricos despidió sin nada. Tomó de la mano a Israel, su siervo, acordándose de su misericordia, como lo había prometido a nuestros antepasados, en favor de Abraham y de sus descendientes para siempre. Marìa estuvo con Isabel unos tres meses, después regresó a su casa''.

Lucas 1, 46-56.
  


En nuestra pagina anterior, Marìa, llega a donde Isabel para ayudarle en las labores de la casa y en ese mismo momento, después de que Isabel la recibe con tanta alegría, Marìa dice con gran entusiasmo unas palabras muy hermosas, las cuales trataremos de entender hoy. En primer lugar se pueden organizar en tres partes:


PRIMERA PARTE DE LOS VERSÍCULOS 46 A 50



Marìa alaba a Dios ella proclama, canta, grita, de alegría; si te puedes imaginar cuando tu equipo favorito o tù mismo ganas el partido, te alegras, saltas, le cuentas a los otros; pues algo parecido hizo Marìa, estaba tan, tan, pero tan contenta porque Dios la había elegido, que canto, grito, corrió. De aquí nosotros también debemos aprender algo: y es, a estar felices, contentos, a reír, a cantar, dàndole gracias a Dios cuando el nos pide algo.


Te imaginas que Marìa hubiese dicho: ''¡hay no, voy a ser mamá y me voy a engordar, hay no!'' Pues lo mismo nosotros, cuando Dios nos pide algo, debemos estar agradecidos porque nos ha elegido.

La felicidad no viene solo de recibir cosas, hay una felicidad más grande y es la de ser capaces de hacer el bien, de construir, de crear, de inventar, de solucionar.




SEGUNDA PARTE DE LOS VERSÍCULOS 51 A 53 






Marìa reconoce como Dios hace justicia, es decir, le da a cada cual lo que le corresponde. muchas veces vemos como la gente que hace cosas malas le va bien y también que a los que hacen el bien, sufren mucho.



Pero eso cambia, Dios hace justicia y Marìa dice que Dios derribó a los soberbios, a los poderosos y a los ricos, y no es que ser rico sea malo; pero cuando hay gente que consigue dinero y poder aprovechándose de los demás, haciendo trampas, robando; pues Dios se lo quita y todo lo que han hecho se derrumba . Dios no se queda callado mirando, Dios actúa  porque a él no le gusta que la gente haga ese tipo de cosas.


  
Marìa, también nos da esperanza, y por eso también dice que: levantó a los humildes, de aquellos que la gente despreciaba, se burlaba, les dio importancia y llenó de bienes a los hambrientos, a los que sufrían porque no tenían lo necesario les dio muchísimo. y no es, esperar sentado, entonces a que las cosas caigan del cielo. No es esto; es que los que sufren porque hay burlas, irrespeto, apodos, golpes, humillaciones, le pedirán a Dios y él les dará la fuerza para levantar la cabeza con alegría y lograr triunfar, sin rencores, ni venganzas.  


Que a aquellos que trabajan y trabajan; pero nunca les alcanza; Dios les dará sabiduría y habilidad, para poder ahorrar, ganar más y tener incluso más de lo necesario.




TERCERA PARTE DE LOS VERSÍCULOS 54 A 55








Marìa también nos dice que Dios, socorrió, ayudó a Israel era el pueblo, la gente que estaba sufriendo porque los habían quitado sus tierras, su dinero, todas sus cosas y además los humillaban y Dios como  los ama tanto no los dejó solos; sino que los salvó. Y es que eso es misericordia, amar, con todo el corazón, dar la vida si es necesario por ayudar al que sufre.

Dios desde el bautismo nos ha hecho la promesa de que él es nuestro Padre y nosotros sus hijos, Dios es el Padre que no abandona que siempre estará atento; por eso debemos confiar en él; porque el cumple sus promesas.

Y Marìa quedó con Isabel practicando la misericordia, asì nos lo enseña Dios; por eso en nuestra  familia debemos amar con misericordia, sin reservas, no solo esperar a que los otros nos ayuden, nosotros estamos llamados a ayudar.





ACTIVIDAD

Realizar una oración parecida a la que hizo la Virgen Marìa; pero con tus propias palabras y que tenga estas tres partes:

  1. Alabar a Dios por que Él te ha escogido.
  2. Reconocer lo bueno y lo justo que ha sido tu familia
  3. Recordar cómo ha cumplido la promesa de ser tu Padre.    















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