martes, 9 de junio de 2015

CATEQUESIS SOBRE EL ÒBOLO DE SAN PEDRO

SI LE DAS AL PAPA COMPARTE CON ELLOS




Hermanos, Jesús, que se despojó de su condición divina y se hizo pobre por nosotros, buscó siempre enriquecernos con su pobreza. Él, para desarrollar su misión,  quiso contar con la caridad generosa de las personas. En efecto, dice el Evangelio que el Señor caminaba por los pueblos y ciudades predicando y anunciando el Reino de Dios, acompañándole en tal misión los doce apóstoles y algunas mujeres, que le asistían con sus bienes (Lucas 8, 1-3). Hoy en día, la Iglesia, encabezada por el Papa, sucesor de Pedro, Continua en todo el mundo esa misión del Señor y tiene todavía necesidad de la ayuda de los creyentes.


Nos dice la Sagrada Escritura que el Apóstol San Pablo consideró sumamente importante recoger limosnas  para la Iglesia de Jerusalèn, donde vivían entonces San Pedro y algunos apóstoles, con el fin de sostenerla en las dificultades y en las pruebas. En tal sentido, en su Primera Carta a los Corintios, San Pablo indica lo siguiente: '' En cuanto a la colecta para los del pueblo santo, háganla según las instrucciones que di a las iglesias en la provincia de Galacia. Los domingos, cada uno de ustedes debe apartar algo, según lo que haya ganado, Y cuando yo llegue, mandaré a Jerusalèn a las personas que ustedes escojan, dándoles cartas para llevar la colecta hecha por ustedes. Y si es conveniente que yo también vaya, ellos irán conmigo''. (1 Corintios 16, 1-4). de igual manera, insiste en la Segunda carta a los Corintios, declarando que Dios bendice al que da con generosidad (2 Corintios 9, 6-11).        



Esta tradición de ayudar a una Iglesia necesitada ha permanecido a lo largo de los siglos y se conoce como el Òbolo de San Pedro. Esta se establece como el instrumento principal para alimentar el fondo de la caridad del Papa, con el que el romano Pontífice se hace presente, a nombre de sus hijos de todo el mundo, en los dolores y las aflicciones de la humanidad, particularmente los de aquellos que son victimas de la guerra, el hambre, las catástrofes naturales, la marginaciòn, las enfermedades y todo tipo de aflicciones. Por medio de esta iniciativa, el pueblo cristiano muestra al mundo su amor y su deseo de construir una sociedad más justa y más fraterna.

la colecta se hace en todo el mundo, cada año, con ocasión de la Solemnidad de los Apóstoles San Pedro y San Pablo, que es la fiesta del Papa, Obispo de Roma. Estos santos apóstoles, dirigentes de sus comunidades, vivían atentos de las necesidades de su rebaño a través de su trabajo, las colectas y todos los medios disponibles para tal fin. Nuestra Iglesia colombiana, atenta a las necesidades del mundo, realizará esta colecta el domingo 5 de julio de 2015, confiando en que todos los cristianos del país ayudarán con generosidad, como la viuda del Evangelio, quien dio de lo que ''necesitaba para vivir, no de lo que sobraba''. (Lucas 21, 1-4).

      
Todos conocemos bien la misericordia y generosidad de su Santidad Francisco. Puede ser esta, por tanto, una ocasión estupenda para unirnos a las obras de bien que el Santo Padre apoya en todo el mundo. ¡Seamos generosos con el Papa y con nuestra amada Iglesia!


Dios los bendiga por su generosidad.




Además de la opción de aportar en las parroquias, existe también la posibilidad de enviar directamente una donación consignando en la cuenta.



Davivienda Ahorros No 014542872, a nombre de la Nunciatura Apostólica en Colombia. Al hacer la consignación, registrar el nombre y teléfono o correo electrónico del donante.    





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