sábado, 16 de julio de 2016

VIRGEN DE CHIQUINQUIRÀ

NOVENA A NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE CHIQUINQUIRÀ
(PATRONA DE COLOMBIA)






''¡ Y a ti misma una espada te atravesarà el alma A fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones''. Lucas 2, 35

+ Señal de la Cruz. en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
+ Acto de contrición.



ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS







Marìa Santísima; Madre del Rosario de Chiquinquirà, eres la màs bella flor de la tierra colombiana, y deslumbras con fulgor sobre los campos americanos. Eres el orgullo de nuestra raza, Madre de Dios y Madre nuestra, y con tu humildad impregnada en un sencillo lienzo, iluminas y renuevas la fe de los que esperan en tu adorado Hijo, nuestro Salvador. A Ti, que eres el refugio de cuantos sufren y se sienten sin esperanza, te consagramos nuestra vida, proyectos y metas, para que por tu amorosa intercesiòn, alcancemos las bendiciones que tanto necesitamos. Amèn.



DIA PRIMERO




¡Alègrate, Marìa!


Amada Madre, con alegrìa te saludamos y te damos infinitas gracias, porque por tu ''si'' generoso a la voluntad del Padre, nuestro Salvador se ha encarnado. Tù que fuiste màs dichosa por escuchar la Palabra que por cualquier otra situación, concèdenos acoger el querer de Dios en nuestra vida, de manera que seamos en nuestros ambientes sal de la tierra y luz del mundo, Intercede por nuestras intenciones. oh Madre Santa y condùcenos al Reino Celestial. Amèn.


+ Padrenuestro, tres avemarìas y un gloria.





GOZOS










R/, Porque eres el consuelo y la alegrìa de los pecadores, escucha nuestros clamores con maternal atención. 

Reina y Madre de Colombia, coronada con el brillo de nuestra tierra, tu imagen renovada es el gozo de tu pueblo que suplica tu oración por la paz y la alegrìa. R/.


En tu imagen hermosa encontramos todo lo que buscamos con angustia en la vida, por esto, benevolente Señora, acoge la sùplica que surge de nuestro corazòn. R/.


Esta tierra que confía en tu Hijo sùplica de Ti la intercesión, para alcanzar de su bondad el anhelado favor. R/.


Tù eres el sagrario de Dios, su refugio y hogar, no te olvides de cuantos suplicamos un dìa a su morada llegar R/.


Tu bendita imagen la cuidan dos hombres impecables, San Andrès y San Antonio, y de ellos la Orden de Predicadores por quien tambièn oramos. R/.


Como amanece el sol y disipa las tinieblas, así mismo. Tù deslumbras con el brillo del Señor, quien te llenò  de su gracia y amor R/.


Tù derramas lluvias de bendiciones sobre tus hijos, y a todos los colmas de bienes, no te olvides Madre doliente del Rosario, de cuantos en ti confiamos. R/.


Ninguno de los que ha invocado tu Nombre Santo ha quedado defraudado, pues eres la màs fiel de todas las siervas del único y verdadero Padre. R/.

De tu mano nada tememos, ni existe fatiga suficiente para hacernos titubear; Tù consuelas al triste con la esperanza del Padre amado. R/.


Reina de chiquinquirà, Patrona de Colombia, eres la màs bella flor y a Ti se acoge el pecador; protege y bendice a tus hijos, que te ruegan con amor. R/.




ORACIÓN FINAL



Dios y Padre todopoderoso, en tu infinita misericordia y sabiduría has bendecido al continente americano con la presencia de tu escogida en Chiquinquirà; concèdenos por su maternal intercesión crecer en la fe y alcanzar la paz, la justicia y la reconciliación que tanto anhelamos. Escucha la sùplica por la que realizamos esta novena y concédenos cuanto sea necesario para nuestro bien. Amèn.





DIA SEGUNDO



Tu eres ¡llena de gracia!


Madre buena y bendita de Chiquinquirà, Tù eres la llena de gracia, la hij predilecta del Padre; en Ti encontrò refugio el Verbo de Dios y la Iglesia que de Él naciò. Virgen amada y santa, forma en nosotros sagrarios dignos para que Dios haga su morada; no permitas que nuestro corazòn se endurezca ante el llamado del Padre, pues Él conoce la fragilidad de nuestra vida, Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de nuestro Señor Jesucristo. Amèn.

+ Padrenuestro, tres avemarías y un gloria.






DIA TERCERO


¡El Señor está contigo!


Amada Madre, el Señor està contigo porque fuiste valiente para responder a su llamado, y no te opusiste a entregar toda tu vida por la causa de la Salvación. Tù eres el arca de la nueva Alianza, que se firmò con la Encarnación del Hijo de Dios; Alianza que los sabios del mundo vinieron a confirmar y adorar, mostrando que en su Nombre toda rodilla se dobla. Por tu fe y tu entrega el Señor estuvo contigo en todo momento, incluso en las dificultades, las persecuciones y la huida a Egipto. Confiamos en que por tus inmensos mèritos, alcancemos de Dios todopoderoso la bendicion que tanto anhelamos. Amèn.

+ Padrenuestro, tres avemarìas y un gloria.





DIA CUARTO






¡Bendita porque creíste en la Palabra del Señor!


Marìa Santìsima. Tù supiste esperar en las promesas del Señor porque tu amor era firme y leal; nunca desfalleciste en la prueba y siempre estuviste dispuesta a servir a tu adorado Hijo. Te rogamos que hagas de nosotros modelos vivos del inmenso amor que te consumiò, de la humildad que te caracterizò y de la fe con que esperaste el dìa de la salvaciòn. Acompàñanos en todo momento, como lo hiciste con el Señor Jesùs y con los discìpulos en Pentecostès. Amen.


+ Padrenuestro, tres avemarìas y un gloria.








DIA QUINTO






¡Bendita por el fruto de tu vientre!




Madre del Cielo, la educación  que recibiste de tus padres hizo de Ti el sagrario perfecto para que el Hijo de Dios se hiciera carne, pues en Ti no sé albergò ningùn pecado y siempre estuviste dispuesta a servir al Creador. Te rogamos que intercedas por nosotros ante tu adorado Hijo, para que recibamos de Él el perdòn de nuestras culpas y la fuerza para superar las debilidades que tenemos. Instrùyenos en los caminos de la fe como lo hiciste con tu ùnico Hijo: con paciencia, amor y mucha perseverancia. Amada Madre, te pedimos que nos acompañes hoy y siempre en la respuesta que debemos dar al Señor: Amèn.

+ Padrenuestro, tres avemarìas y un gloria.






DIA SEXTO






¡Santa Marìa, Madre de Dios!



Nuestra Señora de Chiquinquirà, incluso en nuestros dìas te haces presente en medio de las situaciones màs humildes y dolorosas de la historia, sin hacer alarde por ser la elegida de Dios y la Madre de su ùnico Hijo: el Salvador. Tu testimonio es maravilloso, pues nos enseñaste a amar a tu Hijo y a permanecer unidos como patria colombiana. Concede a cuantos trabajan por el Reino, la gracia de esforzarse sin descanso y el don del perseverancia, para que asì brille en ellos la luz que viene de lo alto. Amèn.

+ Padrenuestro, tres avemarías y un gloria.




DIA SEPTIMO



¡Ruega por nosotros los pecadores!





Madre Santìsima, Tù eres fiel y misericordiosa, y nunca dejas de interceder por los que han sido consagrados a tu adorado Hijo. A tu amparo nos acogemos y confiamos en que no desecharàs las sùplicas que le presentamos, sino que por tu maternal compasiòn las llevaràs ante el Padre eterno. Madre de bondad, te consagramos a la Iglesia de tu Hijo que peregrina en Colombia, para que la guìes en sus decisiones y la sostengas en los lugares donde se encuentre, haciendo que ella siempre brille por su fidelidad a Jesucristo. Amèn.

+ Padrenuestro, tres avesmarìas y un gloria.






DIA OCTAVO





¡Ahora y en la hora de nuestra muerte!




Virgen Marìa, auxilio de los cristianos, Tù fuiste el modelo que el Padre nos enviò para que siguiéramos a Jesucristo, el  Salvador, tanto que te hizo subir hasta su Presencia en cuerpo y alma; nosotros, que aùn peregrinamos en la tierra; te suplicamos que nos concedas la gracia de llegar un dìa a compartir contigo en la eternidad, el amor infinito del Creador. Te encomendamos, Madre, que ores por tantos hermanos nuestros que ya partieron a la eternidad, para que les concedas, segùn tu bondad, el favor de tu adorado Hijo. Amèn.

+ Padrenuestro, tres avemarìas y un gloria.







DIA NOVENO




¡Dios te salve, Reina y Madre de misericordia!




Tabernàculo sagrado y celestial Señora, elevamos nuestras sùplicas al cielo para alabarte y bendecirte, pues sabemos que nos acompañas y que intercedes por nosotros ante el Padre en todo momento. Nos confiamos a tu cuidado y protección, y te rogamos que no dejes de presentar la intenciòn  que te confiamos (se menciona la intención) y que nunca alejes tu maternal mirada de nosotros. Amèn.

+ Padrenuestro, tres avemarìas y un gloria.













   

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