''Vengan a mí todos los que están fatigados y Yo los daré descanso. Tomen sobre ustedes mi yugo, y aprendan de mí, que soy manso de corazón; y hallarán descanso para sus almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera''. (Mateo 11, 28-30).
Amados hermanos, con el paso de los meses y de los años el mundo va instalando sobre nosotros cargas muy pesadas, que no siempre sabemos ni podemos llevar. Es ahí cuando, si somos creyentes, encontramos la Presencia amorosa del Señor que nos levanta, nos sana y nos invita a continuar. Al comenzar este Tiempo de Adviento, tenemos que hacer un inventario de nuestra vida, buscando abandonar toda carga innecesaria que estemos llevando, de manera que nuestro viaje al encuentro con el Señor sea más rápido y agradable. Es por esto que este Tiempo nos permite liberarnos del consumismo que nos impone el mundo para fijar nuestra mirada en lo único que realmente importa: seguir la estrella que nos lleva hacia nuestro Salvador. Hermanos, no vivamos este tiempo litúrgico como uno más de tantos; dèmosle el lugar y la importancia que se merece, de manera que cuando menos lo esperemos, estemos en Presencia del amor encarnado que nos llama a la conversión; la Navidad.
''El Tiempo de Adviento posee una doble índole: es el tiempo de preparación para Navidad, solemnidad que conmemora el primer advenimiento o venida del hijo de Dios entre los hombres, y al mismo tiempo, debido a esta misma conmemoración o recuerdo, hace que las almas dirijan su atencion su atención a esperar el segundo advenimiento de Cristo como un tiempo de expectación piadosa y alegre''. (Normas Universales sobre el Año Litúrgico y sobre el y sobre el Calendario, n. 39).
LA CORONA DE ADVIENTO
Los cristianos organizamos nuestra vida en torno al Señor Jesùs: por eso, no podemos permitir que en esta época del año Adviento el ruido del comercio o de los medios de comunicación nos haga olvidar de nuestra fe y de las tradiciones familiares, como por ejemplo de la '' Corona de Adviento'', un sencillo recordatorio de nuestro camino y preparación para el encuentro con el Señor.Esta corona está compuesta por cuatro cirios: tres morados y uno rosado, este último cirio simboliza el gozo por la cercanía del cumplimiento de la esperanza, y se enciende el tercer domingo de Adviento; los demás cirios se encienden de a uno cada domingo, comenzando el próximo 29 de noviembre. A esto se suma un cirio blanco en el centro, el cual simboliza a Cristo, luz del mundo y cumplimiento de toda esperanza. Los cirios, junto con la corona verde que los sostiene, simbolizan el anhelo de la nueva vida que llega al mundo con el Nacimiento del Señor Jesùs; por lo tanto, es recomendable que en nuestra casa tengamos nuestra corona, que encendamos cada uno de sus cirios en familia, y que unidos elevemos una oración al Señor, para que Él nazca en nuestros corazones ( Mateo 18, 20).
Para orar con la Corona de Adviento no debemos limitarnos únicamente a los domingos; podemos seguir la siguiente propuesta:
Comenzaremos santiguàndonos y pidiendo la intercesión del Espíritu Santo. Al terminar cada momento de oración, tendremos la oración final y una oración a Marìa Santísima.
Dios y Padre de bondad; te damos infinitas gracias por todos los dones que recibimos de tu misericordia, rogándote que no dejes de asistirnos con ti auxilio. Amado Señor, hoy te queremos suplicar que bendigas esta Corona que nos acompañará en este camino del Adviento, para que sea tu Santísimo Espíritu quien nos permita, al encender cada una de sus luces, crecer espiritualmente y disponer nuestra vida para la venida de tu amado Hijo. Virgen Marìa, Madre de la dulce espera, te suplicamos que tomes nuestro corazón y lo prepares para la llegada de tu amadìsimo Hijo, de manera que nosotros, como Tù, podamos ser la morada agradable para la encarnación del Señor. Amén.
ORACIÓN CON LA CORONA DE ADVIENTO.
PRIMERA SEMANA
Se enciende el primer cirio morado. Meditar en tomo al don de la fe de la Virgen Marìa en el misterio de la Anunciación (Lucas 1, 26-38). Lectura y meditación bíblica: Isaias 9, 1-2; Romanos 13, 11-12. (Padrenuestro, tres Avemarías).
SEGUNDA SEMANA
Se enciende dos cirios morados. Meditar sobre el don de la caridad de Marìa en el misterio de la Visitación ( Lucas, 1, 39- 45). Lectura y meditación bíblica: 1 Ts 5, 23-24. (Padrenuestro, tres Avemarías).
TERCERA SEMANA
Se encienden dos cirios morados y el rosado (signo de la alegría por la llegada del Señor). Meditar sobre el don de la esperanza, viendo en el camino de la Sagrada Familia a Belén, una confianza en las promesas de Dios (Lucas 2, 1-4) Lectura y meditación bíblica: 1 Ts 3, 12-13. (Padrenuestro, tres Avemarías).
CUARTA SEMANA
Se encienden los cuatro cirios. Se medita sobre el Nacimiento del Señor Jesùs (Lucas 2, 1-20). Lectura y meditación bíblica: Romanos 13, 13-14; 2 Tes 1, 6-7. El último cirio, que es el blanco, se enciende en la Noche de Navidad. (Padrenuestro, tres Avemarías).
ORACIÓN FINAL
Divino Niño Jesùs, te damos infinitas gracias por la promesa de Salvación que nos das con tu Encarnación, y te regamos que en nosotros, como en tu Santísima Madre, se haga tu Santa Voluntad, para que podamos, después de preparamos en este Adviento, ser signos de tu luz ante el mundo. Amén.
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